Estos aceites contienen un ácido graso llamado ácido gamma-linolénico o GLA, que el cuerpo produce a partir de ácidos grasos omega-6, ácido linoleico por la acción de enzimas especiales. En muchas personas, la producción o la efectividad de esta enzima se ve comprometida, especialmente a medida que envejecen.
La malnutrición, por el consumo de los aceites hidrogenados, y la diabetes, inhiben la conversión de ácidos grasos omega-6 al ácido linoleico GLA. Aceites ricos en GLA, son utilizados para tratar el cáncer, síndrome premenstrual, enfermedad de mama, la esclerodermia, colitis, síndrome irritable del intestino, y fibrosis quística. Ellos han demostrado un aumento en la función hepática y agudeza mental.
GLA (ácido gama-linolénico) es uno de los dos tipos principales de los ácidos grasos esenciales. Estos son grasas "buenas" que son tan necesarias para su salud como las vitaminas. Específicamente, GLA es un ácido graso omega-6. (Para mayor información sobre la otra categoría principal de los ácidos grasos esenciales, omega-3, vea el artículo sobre aceite de pescado . )
El cuerpo usa los ácidos grasos para producir prostaglandinas y leucotrienos. Estas sustancias influyen en la inflamación y el dolor; algunos de estos incrementan los síntomas, mientras otros los disminuyen. El tomar GLA podría cambiar el equilibrio más favorable hacia las prostaglandinas y leucotrienos, haciéndolo más útil para las enfermedades que implican inflamación.
Hay algo de evidencia de que GLA podría ser útil para la neuropatía diabética. Se usa ampliamente en el Reino Unido y en otras partes de Europa para tratar el eccema y la mastalgia cíclica (una enfermedad marcada por dolor en el seno y asociado con el ciclo menstrual). No obstante, la evidencia actual sugiere que podría no ayudar. Hay muchos usos diferentes propuestos de GLA basados en evidencia bastante débil.