Semillas de girasol

Cuando brilla el sol los campos de girasoles ofrecen un espectáculo digno de ver. La belleza de estas enormes flores, que se suelen orientar al Este, anticipa el placer que en verano depara la cosecha de sus semillas. Una vez se empieza a comer pipas de girasol cuesta detenerse, pero conviene comerlas con moderación.

Las semillas de girasol se encuentran en el centro de esta flor y han sido comidas desde hace 5.000 años por los nativos americanos, siendo los españoles en la conquista de América los que la introdujeron en el viejo continente llegando a ser incluso más conocida y consumida en Europa que en lugares como en Sudamérica.

Sus grasas (49%) las hacen algo calóricas (170 calorías la ración de 30 gramos) y además contienen muchos más ácidos grasos omega-6 que omega-3, con lo que no alcanzan las bondades de otras semillas cardiosaludables. Sin embargo, aportan abundantes proteínas vegetales (17%) y otros nutrientes: 30 gramos cubren la mitad de las necesidades diarias de la antioxidante vitamina E y de la B1. Además aportan selenio, hierro, fósforo y magnesio. Conviene comprarlas sin salar.

Consumir semillas de girasol es bueno para la salud cardiovascular debido a la alta cantidad de magnesio y vitamina E que proporcionan estas semillas. Es una vitamina muy importante para la salud de nuestro corazón y la prevención de enfermedades cardiovasculares. Además son grandes antioxidantes que mantiene a raya a los radicales libres en nuestro organismo dándonos la salud y conservando nuestra juventud.

Mas del 90% de la vitamina E que necesita nuestro organismo cada día, lo podemos obtener de la ingesta de un cuarto de taza de semillas de girasol. Esta vitamina E tiene muchos otros beneficios convirtiendo a las pipas en estupendos alimentos con propiedades antiinflamatorias para reducir los dolores ocasionados por la osteoartritis y la artritis reumatoide. Además, son buenas para aliviar síntomas del asma y alergias respiratorias.

Semillas de girasol para prevenir el cáncer

Todo alimento rico en antioxidantes como lo son las semillas de girasol sirven para la prevención del cáncer. El selenio es un elemento presente en las semillas de girasol y que está estrechamente vinculado a la prevención del cáncer previniendo la formación de células cancerígenas o potencialmente dañinas, ya que induce la reparación del ADN y la síntesis de células dañadas.

Asimismo, la Vitamina E también es una ayuda importante para prevenir el cáncer de colon, de vejiga y de próstata.