En esta deliciosa receta se combinan la manzana y la calabaza que van bien tanto en los platos dulces como en los salados. Además la sidra para cocinar la hortaliza, queda buenísimo.
Por último lo amargo de la rúcula y el punto crujiente de las avellanas añaden un contraste de sabores y texturas delicioso.
Ingredientes: para 4 personas
- Calabaza pelada y cortada sin semillas700 g
- Cebolla dulce 1
- Jengibre fresco 1 trocito pelado
- Nabo blanco mediano 1
- Patata mediana 1
- Sidra seca 350 ml
- Caldo de verduras (aproximadamente) 400 ml
- Laurel 1
- Rúcula 50 g
- Avellanas
- Cúrcuma molida
- Comino molido
- Pimienta negra molida
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
Elaboración
En primer lugar pelar y picar la cebolla dulce y cortar en cubos la calabaza, el nabo y la papa.
Luego, calentar un poco de aceite de oliva en una olla o cazuela y rehogar la cebolla a fuego medio unos minutos. Añadir el jengibre pelado y picado y dar unas vueltas.
Agregar la calabaza y el nabo y la papa y condimentar con una pisca de sal y pimienta y agregar comino y cúrcuma.
Cubrir con la sidra, dejar cocinar unos 3 minutos y añadir el caldo. Luego, echar la hoja de laurel, y cocinar a fuego medio-bajo durante unos 20 minutos.
Retirar el laurel y triturar con una batidora ajustando el nivel de líquido al gusto. Agregar de ser necesario sal y dar otro golpe de pimienta negra.
Pelar unas avellanas, tostar ligeramente en una sartén sin engrasar y picar groseramente.
Servir la crema de calabaza a la sidra en cuencos individuales y acompañar de los brotes de rúcula y las avellanas.