¿Cómo hacer frente a la factura de la luz? Consejos y otras medidas

A las alzas de precios sufridas por los consumidores españoles durante todo el 2021, se deben sumar las que se han experimentado tras el estallido de la invasión rusa a Ucrania. De acuerdo con los datos elaborados por las agencias regulatorias europeas, el precio de la electricidad en el mercado mayorista español es el segundo más alto de Europa, sólo superado por Italia, el país que tiene una dependencia más grande del gas de Rusia para la generación eléctrica. Este precio a nivel industrial se traslada también al ámbito doméstico, lo que resulta en facturas carísimas a lo largo y ancho del país.

Como factor adicional, fuentes alternativas como la energía eólica han disminuido su producción en las últimas semanas, agravando el cuadro de la electricidad en España. Pese a que a nivel gubernamental se están estudiando acciones de fondo para reducir estas asimetrías de precios con respecto al resto del continente, fomentando una mayor interconexión de las redes eléctricas, los usuarios finales siguen teniendo que afrontar facturas impagables cada mes.

Consejos para ahorrar energía

La problemática de la escasez de energía y su alto precio seguramente no se resolverán en el futuro próximo. Esto especialmente en el contexto de una transición energética que, de momento, sólo ha implicado cambiar fuentes más contaminantes como el carbón por otros combustibles fósiles más caros, como el gas natural. Por eso, la mejor opción para los consumidores es disminuir el consumo de electricidad en sus hogares, reduciendo al mínimo el derroche.

En buena parte de las familias españolas, las medidas básicas recomendadas para evitar gastar energía de más, es decir, regular el uso de la calefacción o el cambio de las bombillas antiguas por bombillas de LED, ya han agotado sus beneficios. También se ha hecho habitual para muchos utilizar los electrodomésticos de mayor consumo durante las horas en las que el precio del kWh es menor, lo que generalmente se corresponde con la madrugada.

La única manera de limitar aún más el gasto es actuar sobre la eficiencia de los electrodomésticos hogareños. En los últimos años, los fabricantes han comenzado a lanzar al mercado versiones de todo tipo de dispositivos con una mayor eficiencia energética, con la finalidad de contribuir a reducir el impacto ambiental del consumo de energía en los hogares. Lavadora, lavavajillas y el horno eléctrico pueden ser reemplazados por productos equivalentes, pero que pueden funcionar con menos consumo de energía, lo que representa decenas de euros de ahorro en el pago de la luz a lo largo de un año.

No obstante, renovar todo el equipamiento de la cocina puede ser realmente muy costoso, más allá de que se trate de una inversión a futuro. Contar con el dinero suficiente no es algo trivial, especialmente cuando el consumidor tiene ya que lidiar con las facturas con aumentos que se acumulan desde hace casi dos años.

Préstamos online para comprar electrodomésticos eficientes

Por este motivo, optar por solicitar préstamos personales es una alternativa práctica para las personas que no cuentan con fondos propios con los que cubrir la totalidad del coste de un juego de electrodomésticos nuevos. Estos créditos rápidos online permiten financiar gastos extraordinarios de hasta algunos miles de euros de forma inmediata, porque se tramitan a través de internet con sólo completar un formulario.

La principal ventaja de estos instrumentos es que, tras enviar la solicitud a la entidad financiera correspondiente, el cliente recibe el dinero en su cuenta en pocos minutos, por lo que puede comenzar a comprar los nuevos equipos sin demoras y evitando la burocracia y papeleo de los bancos tradicionales. El proceso es transparente y el solicitante tiene claro desde el inicio cuánto deberá pagar mensualmente para devolver el préstamo en el plazo pautado, que puede superar los 24 o 36 meses.

No obstante, la tasa de interés de los préstamos al consumo los hace tan arriesgados como convenientes. Si bien con un crédito rápido se puede invertir en una cocina renovada que permitiría ahorrar mucho dinero en electricidad en el largo plazo, el coste financiero podría convertirse en un problema para economías familiares frágiles y con problemas de ingresos.