Desproporción
En el caso español, tenemos disperso por todas partes (basta asomarse a una ventana para verlo) unas tres millones de toneladas de amianto que nos acompañan cuando respiramos, comemos, bebemos o trabajamos. Se desprende de los coches, edificios, tuberías, depósitos, tejados, y así hasta de miles de objetos. Hay unos 60 kg de amianto instalado o en vertederos incontrolados per cápita. Como están prohibidos nuevos usos desde 2003, esta cuenta no aumentará, pero ya es suficiente. “Un solo gramo retenido en los pulmones basta para desencadenar una asbestosis”