Tecno-optimismo publicitario. El lavado de cara medioambiental de las multinacionales
Las empresas automovilísticas proponen vehículos menos contaminantes; las energéticas, energías renovables, biocombustibles o mayor eficiencia energética; los grandes bancos, servicios bancarios universales y cohesión social. Y casi todas se proponen como un agente activo de cambio, al servicio del cliente y creador de valor económico y de empleo, bajo directrices de responsabilidad social y medioambiental. De esta forma, a la vez que este discurso disfraza el sistema productivo, se obvia el problema del modelo de consumo, tendiendo a la construcción de un escenario de responsabilidad en el que los y las clientes pueden delegar su contribución a la sostenibilidad en estas empresas y sus productos.