Ocho propuestas urgentes para otra Europa

La reducción del déficit público no debe hacerse reduciendo los gastos sociales públicos, sino luchando contra el gran fraude fiscal y gravando más el capital, las transacciones financieras, el patrimonio y las rentas de los más ricos. Para reducir el déficit, también es necesario reducir drásticamente los gastos de armamento, así como otros gastos socialmente inútiles y peligrosos para el medio ambiente. En cambio es fundamental aumentar los gastos sociales, especialmente para amortiguar los efectos de la depresión económica. Pero más allá hay que considerar esta crisis como una posibilidad de romper con la lógica capitalista y realizar un cambio radical de sociedad.

El hundimiento del centro del mundo. Estados Unidos entre la recesión y el colapso

La recesión se ha instalado en los Estados Unidos, los subsidios alimentarios que cubrían a unas 26 millones y medio de personas en 2006 subieron en 2007 a 28 millones, nivel nunca alcanzado desde los años 1960. La inmensidad del desastre en curso, la extrema radicalidad de las rupturas que puede llegar a engendrar, muy superiores a las que causó la crisis iniciada hacia 1914 genera reacciones espontáneas negadoras de la realidad en las élites dominantes.