Pueblos originarios de América: De los ríos profundos a los ríos del futuro

El resurgimiento de los pueblos originarios del continente americano es el cambio más importante y de larga duración ocurrido en las pasadas dos décadas en nuestros países. Hacia 1990 los pueblos empezaron por hacer ruido en este mundo, después de siglos de silencio (silenciamiento), persecución, y sobre todo negación por los Estados nacionales. Lo alcanzado por ellos en tan breve tiempo representa un fenómeno social de grandes proporciones, una reveladora experiencia política. O mejor aún, la revitalización civilizatoria que le faltaba al planeta para no morir. Un cambio de paradigma. Un remozamiento de la utopía. O todo eso y no sólo. Más allá del racismo idiota de las clases ilustradas al comentar el asunto, siempre en el fondo muertas de miedo, la influencia de estos pueblos es palpable en la historia nacional reciente de países como Ecuador y Bolivia, donde los pueblos andinos y amazónicos han sido determinantes para los cambios ocurridos en ambas naciones, el fin de las dictaduras y el acotamiento de las políticas neoliberales rapaces y proyanquis. Defienden los territorios, los recursos, las regiones donde han sobrevivido por siglos. Son protagonistas nacionales de mil maneras.

Los pecados de Haití

Estados Unidos invadió Haití en 1915 y gobernó el país hasta 1934. Se retiró cuando logró sus dos objetivos: cobrar las deudas del City Bank y derogar el artículo constitucional que prohibía vender plantaciones a los extranjeros. Entonces Robert Lansing, secretario de Estado, justificó la larga y feroz ocupación militar explicando que la raza negra es incapaz de gobernarse a sí misma, que tiene “una tendencia inherente a la vida salvaje y una incapacidad física de civilización”. Uno de los responsables de la invasión, William Philips, había incubado tiempo antes la sagaz idea: “Este es un pueblo inferior, incapaz de conservar la civilización que habían dejado los franceses”.

El triple pecado de la gran Banca Privada

Desde agosto de 2007, los bancos estadounidenses y europeos se encuentran bajo los focos de la actualidad debido a la grave crisis que padecen, y que hacen padecer a todo el sistema neoliberal en bloque. ¿Por qué los bancos, que ahora no vacilen en anular unas deudas dudosas de decenas de miles de millones de dólares, siempre se han negado a anular las deudas de los países en desarrollo?