La revolución masiva de los agricultores indios
Agricultores indios sujetan banderas rojas. La hoz y el martillo, símbolo de unidad de los trabajadores, destacan en color blanco. También se leen … Leer Más
Agricultores indios sujetan banderas rojas. La hoz y el martillo, símbolo de unidad de los trabajadores, destacan en color blanco. También se leen … Leer Más
Entre grandes sustos y pequeños alivios, la economía mundial traquetea en medio del vado, sin lograr atravesar las agitadas aguas de la crisis para internarse en terreno seguro. Dos trayectorias divergentes se dibujan con claridad: la de los acróbatas de las finanzas, que no abandonan sus trucos, y la de los asalariados, sumergidos en la recesión. Un año después de la quiebra del banco Lehman Brothers, ni unos ni otros se toman demasiado en serio los anuncios de “regulación”. Como si nada hubiese pasado, el capitalismo retoma su loca carrera.
En el contexto de la crisis global del capitalismo, más aguda que la de 1929, México inició la propia desde el 2007 cuando ya el Banco Mundial (BM) calculaba que el 40% de los mexicanos vivían en la pobreza. A finales del 2008 el gobierno mexicano inició los trámites para recibir los préstamos del FMI, el BM y el BID, obteniendo así los mayores créditos de estas Instituciones Financieras Internacionales (IFI’s), más que ningún otro país del mundo. Así, la deuda mexicana creció un 38% en los últimos ocho años. Y es que la recesión era inevitable y la acabó de agudizar el gobierno mexicano con el tratamiento mediático de la influenza.
Para implantar la soja en Argentina como en tierra conquistada sus promotores se han valido del deslumbramiento tecnológico, indisolublemente unido a la idea de progreso. El complejo sojero se asienta en Argentina a mediados de los ‘90 con la anuencia o la entrega incondicional del menemato a las orientaciones orquestadas desde el norte.