No a la mega minería. Defendamos el agua y la vida

Porque la mega minería saquea y contamina. Porque ya hay mas de 30 emprendimientos mineros en La Rioja. Porque ya comenzó el plan nuclear y el uranio es radiactivo y mata. Porque ya Guandacol está contaminado. Porque ya están usando el agua de Huaco que todos bebemos. Porque ya se sancionó la ley 8.388 de infraestructura hídrica en Famatina para darles nuestra agua a las mineras. Porque ya destruyeron la cascada Aberastain en Juan Caro. Porque ya se expropiaron miles de hectáreas para la explotación minera. Porque ya Catamarca está contaminada y pobre, luego de 12 años de explotación. Por esto y más…los riojanos decimos No a los proyectos mega mineros. Sí al agua. Si a la vida.

Las nieves eternas del Famatina peligran con los proyectos mineros y sin ellas peligra la vida en nuestro valle.

Los pueblos de Famatina y Chilecito se oponían enérgicamente los proyectos mineros con claros e indiscutibles fundamentos: 1) saqueo, 2) contaminación y 3) destrucción territorial. La oposición se extendio por toda la provincia y nacieronn en ciudades, pueblos y parajes, las Asambleas Ciudadanas, organizaciones horizontales sin partidismos políticos, sin pertenencias religiosas, sin distinciones sociales ni laborales, financiadas con el aporte voluntario de sus integrantes, con un único objetivo: EL FAMATINA NO SE TOCA. La Barrick se fue porque la echó el pueblo de Famatina, como Facundo echó a los ingleses en el siglo XIX, y sabemos que quieren regresar para robarnos nuestras riquezas con la complicidad de los gobiernos nacional y provincial.

Periodismo y Minería

El denominador común de las multinacionales que operan en nuestro país es el uso de esta metodología: mentir, hacer falsas promesas, dar dádivas engañosas a la comunidad, influir con la prensa oral, escrita y televisiva, perseguir, reprimir y censurar a los miembros de las asambleas ciudadanas y, lo más grave, contaminar sin controles adecuados. Todo ello para obtener las máximas ganancias posibles, amparadas en nuestro régimen legal permisivo y que les da, en forma vergonzosa, un tratamiento de excepción en relación con otras actividades económicas. Simultáneamente, nuestros gobernantes les permiten que hagan negocios con nuestras vidas. Y si los dejamos, van a hacer desaparecer la ciudad de Andalgalá.