Histórico fallo de Consejo para la Transparencia confirma el fin al secreto sobre transgénicos
Señaló María Elena Rozas: “Esta es una decisión trascendente, porque termina con el secretismo impuesto por Monsanto y sus socios chilenos, sienta jurisprudencia y alienta la participación social en el debate sobre los transgénicos. Para las empresas, entre ellas la semillera de Erik y Ena von Baer, que han sido también parte del lobby de las citadas corporaciones, fue insostenible seguir defendiendo el secreto ante los perjuicios ya evidenciados en el caso de los apicultores cuya miel se contaminó con polen de maíz y soya transgénica. Las organizaciones y comunidades podrán ejercer libremente su derecho a saber la ubicación exacta de los cultivos transgénicos de exportación, para defender sus cultivos o actividades de la contaminación, resguardar las semillas y la soberanía alimentaria.”