La revolución energética cubana

Casi desapercibida por el público, pero tam­bién por los expertos en energía de Alema­nia, se llevó a cabo en Cuba una revolución energética que, en ciertos aspectos, va más lejos que la transición energética alemana. En el año 2005, el presidente cubano Fidel Castro proclamó la “revolución energética“, que incluía medidas de largo alcance: 2,5 millones de refrigeradores fueron reemplazados por refrigeradores más eficientes, mediante un programa del gobierno. El abandono de los bombillos incandescentes a favor de lámpa­ras fluorescentes compactas (CFL) también se hizo 5 años antes que en Alemania y en la Unión Europea, y la conversión fue global.

Lámparas de bajo consumo, ¿Fracaso irreversible?

Desde que el hombre aprendió a manipular el fuego, las noches dejaron de ser oscuras y la luz, que las llamas le proveían, iluminó desde cuevas hasta los edificios más importantes del siglo XIX. Cuando Edison presentó en 1879 su lámpara de luz incandescente, el alumbrado eléctrico se convirtió en la manera en que iluminamos nuestra vida hasta estos años. Con fecha de extinción decretada en muchos países del mundo, las lámparas incandescentes están cediendo su reinado a uno de los fracasos más grandes e increíbles de esta industria: la lámpara de bajo consumo. Condenada a morir al poco tiempo de su salida masiva al mercado, a manos de la iluminación LED, la lámpara de bajo consumo nunca terminó de conformar al público y en la actualidad está perdiendo el poco terreno ganado frente a las novedosas lámparas LED. ¿Porqué su éxito fue tan efímero? ¿El LED podrá ocupar el lugar que dejan las incandescentes? ¿Tú que opinas?