La nueva Ley de Semilla y la matríz productiva agrícola

La idea principal de cualquier ley de semilla es que los productores “únicamente siembren semillas de buena calidad”. Todo ello con el propósito de incrementar la productividad, los rendimientos para así alimentar mejor a la población. Noble argumento, el cual encierra un sin fin de complejidades e inexactitudes que suelen confundir y desanimar las tantas buenas intenciones que las leyes ofrecen y a quienes las promueven y fomentan.

Leyes de semillas en América Latina: una ofensiva que no cede y una resistencia que crece y suma

Ya en el año 2005 decíamos “Observadas hoy en día, todas las leyes de semillas refieren a la represión. Tratan acerca de lo que los agricultores no pueden hacer. Dictan qué tipo de semillas no pueden venderse, no pueden intercambiarse y en algunos casos incluso no pueden usarse. ¡Todo en nombre de la regulación comercial y la protección de los productores agrícolas! Si algo ha cambiado desde entonces, es que las estrategias de privatización se han multiplicado y se han hecho más extremas y ambiciosas.