UE 2020: una estrategia imposible para la insostenibilidad y la desigualdad
Vivimos en un sistema, el capitalista, que funciona con una única premisa: maximizar el beneficio individual en el menor tiempo. Uno de sus corolarios inevitables es que el consumo de recursos y la producción de residuos no puede parar de crecer. El crecimiento no es una consecuencia posible de este sistema, es una condición indispensable para que funcione. La supuesta preocupación ambiental de la UE es un ejercicio de lavado de imagen y de adaptarse a un mundo en creciente competencia por recursos cada vez más escasos. Además la UE, dentro del marco de una economía que necesita y busca el crecimiento continuo, es imposible que pueda alcanzar la sostenibilidad en un planeta limitado.