En el Siglo XXI ¿Marx sería extractivista?

La promoción de la gran minería a cielo abierto se ha instalado en los últimos años en los gobiernos progresistas de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Uruguay y otros tantos países. Esa es una estrategia que, desde una primera mirada, es ajena a lo que se espera de un gobierno de izquierda. Entonces, ¿cómo defienden los progresistas a la minería? Recientemente hacen esa defensa invocando a los pensadores del socialismo clásico. Según algunos, si Marx viviera hoy, y estuviera en América Latina, sería extractivista. Esta cuestión es analizada en las líneas que siguen.

El bien común de la humanidad: Un paradigma post-capitalista frente a la ruptura del equilibrio del metabolismo Entre la naturaleza y el genero humano

La múltiple crisis actual provee la oportunidad de una reflexión que sobrepasa lo inmediato y la Conferencia Por el Equilibrio del Mundo es un lugar particularmente adecuado para este fin. Abordaremos en primer lugar el porqué de un nuevo paradigma, después la ruptura del equilibrio del metabolismo socio-ambiental y el aporte de Carlos Marx, y finalmente la reconstrucción de este equilibrio y la transición hacia la dimensión ecológica del socialismo.

Marx y el extractivismo del presidente Correa

Algunos han dicho con mucha razón que en época de Marx no había la brutal minería a cielo abierto que hay hoy en día en Perú, en Colombia, Argentina o Chile y que Correa quiere introducir en Ecuador. Ni tampoco había la brutal extracción de petróleo en la Amazonía que hay ahora. Ecuador no exportaba en vida de Marx 15 millones de toneladas de petróleo al año como hace ahora (¿en qué barcos las hubiera puesto?) ni Colombia podía exportar, como ahora, 90 millones de toneladas de carbón al año. Nunca hubo tanta depredación como ahora, nunca las metrópolis han dependido tanto del comercio de materias primas mal pagadas que vienen del Sur.

Progreso destructivo: Marx, Engels y la ecología

Lo que pega desde los primeros escritos de Marx es su anunciado naturalismo, su visión del ser humano como ser natural, inseparable de su ambiente natural. La naturaleza, escribe Marx en los Manuscritos de 1844, es "el cuerpo no-orgánico del hombre". O de nuevo: "Decir que la vida física e intelectual del hombre está indisolublemente ligada a la naturaleza no significa otra cosa que la naturaleza está ligada indisolublemente a ella misma, porque el hombre es parte de la naturaleza". Ciertamente, Marx se reclama humanista, pero él define al comunismo como un humanismo que es, al mismo tiempo, un "naturalismo activo"; y sobre todo, él lo concibe como la verdadera solución "del antagonismo entre el hombre y la naturaleza".