Progreso destructivo: Marx, Engels y la ecología
Lo que pega desde los primeros escritos de Marx es su anunciado naturalismo, su visión del ser humano como ser natural, inseparable de su ambiente natural. La naturaleza, escribe Marx en los Manuscritos de 1844, es "el cuerpo no-orgánico del hombre". O de nuevo: "Decir que la vida física e intelectual del hombre está indisolublemente ligada a la naturaleza no significa otra cosa que la naturaleza está ligada indisolublemente a ella misma, porque el hombre es parte de la naturaleza". Ciertamente, Marx se reclama humanista, pero él define al comunismo como un humanismo que es, al mismo tiempo, un "naturalismo activo"; y sobre todo, él lo concibe como la verdadera solución "del antagonismo entre el hombre y la naturaleza".