Concluye el Foro Social Mundial de Dakar. Un paso significativo adelante para los movimientos sociales africanos

Los levantamientos populares en Túnez y Egipto de las últimas semanas estuvieron omnipresentes en los debates del FSM. “Es una coyuntura política que no se veía desde años. Son países del África, son naciones árabes… y lo que se vive allí tiene un impacto directo en todo el continente y en el mundo árabe”, explica el intelectual senegalés Demba Moussa Dembélé. “Muchos otros presidentes de Estados africanos hoy están temblando al ver lo que pasa allí. Y el mensaje es claro: los pueblos siempre tienen la última palabra”, enfatiza Moussa Dembélé.

Foro Social Mundial… Africa convoca al planeta a construir alternativas

El primer domingo de febrero, arranca la octava edición “centralizada” del Foro Social Mundial en la Universidad Diop de Dakar. La metrópoli senegalesa, con casi 3 millones de habitantes, se perfila como un marco desafiante y prometedor para albergar al principal espacio altermundialista planetario. En una coyuntura muy particular donde todo el escenario político africano adquiere tonalidades impredecibles de la mano de las explosiones populares de Túnez y Egipto. Según los organizadores no menos de 60 mil personas participarán en el evento senegalés, que se realizará por segunda vez en África -la anterior fue Nairobi en 2007-. Desde su creación el Foro Social Mundial (FSM) se reunió en cinco ediciones en Brasil, una vez en India, y dos en este continente.

Hacia el II FSA y el VI FSM Policéntrico

En enero del 2006 se celebrará en Venezuela el II Foro Social Américas y la edición hemisférica del VI Foro Social Mundial. En los pasados dos eventos simultáneos realizados el 15 de abril en Quito se subrayó la importancia del Foro como proceso y la trascendencia simbólica de la próxima sede como una expresión concreta de las luchas contra el neoliberalismo.

Desbanquemos a la Banca Multilateral

La banca multilateral trabaja con la lógica neoliberal que favorece a las empresas, en particular a las grandes empresas y que, a la vez, desfavorece a la mayoría de la gente, y en especial a los pobres. La banca multilateral cree que si las grandes empresas se hacen más fuertes y ganan más dinero, mejorará la vida de los pobres.