Detengan a la empresa papelera APP
Organizaciones ambientales y de derechos humanos denuncian que la papelera indonesia APP destruye desde hace años las selvas tropicales e ignora los derechos … Leer Más
Organizaciones ambientales y de derechos humanos denuncian que la papelera indonesia APP destruye desde hace años las selvas tropicales e ignora los derechos … Leer Más
Al demostrarse que las Pasteras serán altamente contaminantes, usando simplemente la información publicada de las propias Pasteras se llega a la conclusión que el pueblo tiene la obligación de hacer uso del Derecho a la Vida, y que la Comunidad Internacional debe comprender que los cortes de ruta son producto de la pretendida imposición del Estado Uruguayo y un desconocimiento de la soberanía argentina.
Los anuncios de posibles nuevas inversiones en Uruguay, a raíz de la última gira europea del presidente Tabaré Vázquez, confirman la estrategia de trasladar al Sur la industria trasnacional de la madera y la voluntad del gobierno uruguayo de llevar hasta sus últimas consecuencias el modelo forestal definido hace 20 años.
El 27 de setiembre de 2006 tuvo lugar un acontecimiento inusitado en Soriano, cuando productores de los parajes “Colonia-Agraciada” y “Buena Vista” del departamento de Soriano y vecinos de las localidades de Nueva Palmira y Agraciada, cortaron la ruta 21 en rechazo a la instalación de la planta de ISUSA en la 4ta. Sección Judicial del departamento de Soriano. Su relación con la fábrica de Botnia.
Deberíamos tener en claro que cualquier proyecto de desarrollo implica algún impacto sobre el ambiente. Pero ese impacto no es igual para todas las actividades y varia ampliamente según las tecnologías utilizadas y las precauciones que se tomen. La cuestión es decidir en cada proyecto si la relación beneficio/riesgo es favorable o no lo es. Es decir, si el daño que hacemos al ambiente se justifica en función del empleo y la riqueza a producir.
No es necesario una mediación del Rey de España o del último presidente soviético, para llegar a un acuerdo satisfactorio para los dos países hermanos. Las soluciones deben ser políticas, y para ello ambos presidentes deben sentarse en una misma mesa de negociaciones y ceder cada uno de ellos algo, para llegar a una solución al conflicto que nos beneficie a todos.
Era evidente que habíamos llegado. Un enorme cartel, colocado a lo largo de un puente, al parecer peatonal, que cruzaba la ruta, lo advertía: NO A LAS PLANTAS DE CELULOSA. Cuanto más avanzaba el micro que nos transportaba, ese mensaje, palabra y grito, se repetía en automóviles, comercios, postes, paredones, remeras y gorras. Aquí y allá: No a las papeleras. Sí a la vida.
En su búsqueda de alternativas, la industria enfocó hacia el Sur. En materia de contaminación, ya existía una tendencia en el Norte a comenzar a trasladar sus industrias contaminantes a países pobres dispuestos a aceptar cualquier tipo de inversión. La producción de celulosa entraba claramente en esa categoría.
Las difíciles relaciones del gobierno progresista con los problemas ambientales no se explican sólo por problemas propios de los diversos factores en juego sino también por aspectos históricos e ideológicos de la izquierda fundadora del Frente Amplio, en donde influye la cultura del país, en particular las del sindicalismo y la universidad.
Como siguiendo una ley de degradación progresiva, a medida que más se habla de la cuestión, más parcializados los análisis y más simplificadas las soluciones. El tema en realidad es muy complejo y una enumeración sin duda incompleta nos obligaría a considerar siquiera sumariamente la relación entre empresas primermundianas y la periferia planetaria.
La decisión del presidente Tabaré Vázquez de encargar al Ejército la defensa de la planta de celulosa de la empresa finlandesa Botnia marca no sólo un agravamiento de la escalada del conflicto con Argentina a raíz de la ubicación de la fábrica sobre el limítrofe río Uruguay, sino también el fracaso de la estrategia de comunicación social del proyecto Botnia.
Entrevista a Desiderio Ocampo, un ejemplo de luchador indoblegable, ante las vicisitudes de la vida “Bajan las aguas del río mas que turbias enturbiadas por fenómenos externos y gente recién llegada, quienes destruyen el monte, dejan la tierra pelada, matan la vida silvestre y agreste, no queda nada y nos quieren hacer creer los peores americanos que es una gran inversión estos gringos importados”
Es imposible agotar el sinnúmero de preguntas que uno puede realizar sobre el tema de la instalación de las plantas de pasta de celulosa en la República Oriental del Uruguay y del comportamiento del gobierno de la República Argentina.
Sin duda existen nutridos antecedentes normativos que hallan su origen en el derecho internacional ambiental, que van desde Río ‘92 hasta el Tratado por el Río Uruguay. Pero, el objetivo de este articulo es traer a la luz un principio en particular, que sin duda para quienes escriben el presente aporte, se muestra como la columna vertebral de gestión ambiental conjunta. Es el principio de prevención.
Nota realizada por Gervasio Espinosa en colaboración con el historiador uruguayo Gonzalo Abella sobre la cuestión de las fábricas de celulosa sobre el río Uruguay. Hay confusión. Mentes crispadas. Hay insolencias de banda a banda. Cuidado, peligro, nos dicen mentiras. Nos demoran, entretienen. Empujan. No habrá justicia para nosotros de jueces ricos. No hay otro cauce, es éste.
La resistencia de la comunidad de Mehuín ha impedido que el ducto de Celulosa Arauco y Constitución S.A. (Celco) se concrete. Entre 1996 y 1998 ya hicieron oír su voz los pescadores artesanales, comunidades Lafkenche, inmigrantes, vecinos y pequeños empresarios turísticos, que se oponen al ducto.