Seamos como Sydney Possuelo
Si algo aprendí de Possuelo estos días de tenerlo aquí conmigo, es lo que decía Drummond y que también decía el Talmud a su manera: un hombre, cualquier hombre, son todos los hombres. Salva a un hombre y salvarás a la humanidad. Protege a un indio aislado y te protegerás a vos mismo. Salva la selva y salvarás al mundo. Siente lo que late adentro tuyo y sentirás al cosmos. Possuelo trabajó 43 sacrificados años en la selva y la marca del entorno y de su gente, la marca de los árboles centenarios y de los indios -los seres más felices del mundo dijo alguna vez-, se le nota, fluye dentro de él, lo traspasa y lo rebasa.