Fortalecimiento del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial: grave amenaza para los pueblos del Sur y del Norte
Las reformas anunciadas por el G20 no van a transformar al Banco Mundial o al FMI en organizaciones democráticas. La distribución profundamente anti-democrática de los derechos de voto demuestran que el FMI y el Banco Mundial son instrumentos en manos de las potencias occidentales para imponer al resto del mundo políticas que sirven a sus propios intereses. A pesar de sus reiterados fracasos, el Consenso de Washington, suerte de manual del neoliberalismo, sigue siendo el orden prescrito por el FMI y el Banco Mundial a los países que buscan su "ayuda".