Transgénicos y alimentación: Los beneficios interesan más que la gente

“Controla el petróleo y controlarás las naciones”, dijo el secretario de Estado de EE.UU. Henry Kissinger en los años setenta. “Controla los alimentos y controlarás a la gente”. El control global de los alimentos ha sido casi logrado, reduciendo la diversidad de las semillas con semillas OGM (genéticamente modificadas) que son distribuidas solo por unas pocas corporaciones transnacionales. Pero esta agenda ha sido implementada a un grave coste para nuestra salud; y si el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) es aprobado, el control no solo sobre nuestros alimentos sino nuestra salud, nuestro entorno y nuestro sistema financiero estarán en manos de corporaciones transnacionales. Beneficios antes de las poblaciones

Tecnología Terminator en cultivos de alimentos y eucaliptos transgénicos: una amenaza a la soberanía alimentaria

La tecnología Terminator (que quiere decir “exterminador” en inglés), se refiere a modificaciones genéticas hechas en las plantas para producir semillas estériles, o sea, que no se reproducen. En el medio científico esta tecnología se llama GURTs, que es la sigla en inglés para “Tecnologías Genéticas de Restricción de Uso”. De este modo, hay un control biológico del uso propio, ya que la semilla que es guardada de la cosecha de una variedad con tecnología Terminator no podrá ser usada para plantar en la zafra siguiente, ya que no germinará, porque está muerta.

Mosquitos modificados geneticamente para combatir el dengue generan preocupación

El aspecto más importante de la liberación de los mosquitos transgénicos es que se sabe que en el sistema actúa en la transcripción de tTAV pero hasta el momento no se sabe qué es lo que mata a los mosquitos. Se debería identificar la toxina que mata a los mosquitos antes de que se contemple su liberación al ambiente. Hay prácticas de baja tecnología mucho más efectivas que las soluciones caras y de alta tecnología que además no son seguras.

Los transgénicos no son una solución al hambre del planeta

Se calcula que para el 2025 seamos 8.000 millones de habitantes en el mundo. Alimentar a semejante población es todo un reto y algunos intentan vendernos las semillas transgénicas como una de las posibles soluciones al hambre del planeta. Pero la solución no es esa, sino la eliminación de la deuda externa y la soberanía alimentaria de los países en vías de desarrollo.