De Volkswagen a Mitsubishi, la extensión del engaño medioambiental de los motores de coches
Un simple truco, inflar más los neumáticos, servía a la japonesa Mitsubishi para burlar la normativa medioambiental en, al menos, 600.000 de sus motores –la mayoría de ellos montados en minicoches gasolina de la marca Nissan–. La protección de la calidad del aire chocaba con la venta de vehículos. La empresa ha reconocido este miércoles que falseó las cifras sobre lanzamiento de gases de cientos de miles de sus unidades.