Una de las banderas del gobierno mexicano, llamado de la Cuarta Transformación y dirigido por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, es la recuperación de la identidad y el aprecio por lo autóctono, la dieta a base de maíz, las costumbres culturales, entre otros. En ese sentido, abarca no solo el reconocimiento del patrimonio inmaterial, sino que incluye prácticas y hábitos en los ámbitos de la agricultura y la alimentación.
«El Maíz es la Raíz» más que un lema, el origen de México
La defensa del maíz, sembrado a partir de la semilla autóctona es uno de los principales temas que se han abordado durante la gestión de la presidenta Sheinbaum, desde su gabinete y también desde el resto de las instancias de gobierno. Ahora bien, el anuncio realizado por la propia mandataria desde su conferencia matutina, va más allá del hecho agrícola y la protección del campesinado.
El Plan Nacional de Maíz Nativo, como se denomina, está impulsado desde el programa de Alimentación para el Bienestar, con lo que la producción a partir de la semilla autóctona se orienta hacia la generación de una alimentación de calidad para todo el pueblo mexicano. Además, el plan busca el incremento de la calidad de vida para todos los campesinos y campesinas que se dedican a mantener viva la siembra de todas las especies y variedades del maíz autóctono.
En ese sentido, el anuncio demostró los diferentes puntos con los que se pretende brindar un apoyo sólido a todos los que participan en la generación de cadenas de valor en la producción de maíz. Esto implica, el acompañamiento desde el campesino que siembra y cultiva nueva semilla hasta los hombres y mujeres que emplean el grano para las preparaciones de alimentos que son también ancestrales.
1.5 millones de productores se verán beneficiados por este plan para el 2030
Durante el anuncio, María Luisa Albores, titular de Alimentación para el Bienestar, destacó el esquema con el que se espera atender a los miles de productores y productoras agrícolas que se dedican específicamente al cultivo de maíz con semilla autóctona. A tal efecto, señaló la coordinación interinstitucional mediante la que se estarían incorporando todos los programas del bienestar, además de contar con el apoyo de toda la institucionalidad gubernamental.
En ese sentido, Albores indicó, que se estará beneficiando tanto a los productores y productoras agrícolas como a todos aquellos que forman parte del circuito que se genera desde el cuidado de la tierra hasta el consumo del maíz. Para tal fin, se priorizará la entrega de maquinarias, herramientas y equipos necesarios para el cultivo, pero esta vez, mediante el acceso colectivo y garantizando que los agricultores puedan mantenerlos.
Así, la coordinadora de Alimentación para el Bienestar listó las ocho regiones y los 437 municipios del país, donde a partir del 2026 se dará inicio a la implementación de este Plan Nacional de Maíz Nativo. El programa arranca el próximo año, con una meta de atención a más de 677 mil familias en los estados de Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Campeche, Tabasco, Quintana Roo y Yucatán, donde se concentran más de 886 mil hectáreas de cultivo.
El objetivo es cuidar del maíz y de sus productores
Para la presidenta Claudia Sheinbaum, garantizar la producción del maíz a partir de la semilla autóctona es fundamental para preservar la identidad del pueblo mexicano, por lo que solicitó que este plan colocara a los hombres y mujeres como el centro de la atención. De esa forma, lo relevante es que la siembra de la semilla autóctona se acompañe de la generación de valor y la formación adicional del campesinado.
Cabe destacar que con el Plan «El Maíz es la Raíz» no se pretende sustituir la siembra del maíz modificado o afectar los convenios internacionales como el T-MEC, al contrario busca dar un impulso adecuado a la producción nacional, dedicando el espacio pertinente para el cumplimiento de los tratados que protegen al maíz transgénico.
