El día previo a la marcha de la llamada Generación Z, prevista para el 15 de noviembre, la presidenta Claudia Sheinbaum utilizó su conferencia matutina para marcar una postura clara sobre el origen de la convocatoria, pero el mensaje buscó defender el derecho a manifestarse y, por otro, advertir sobre el impulso digital que, según su Gobierno, no surgió de manera espontánea.
El origen del señalamiento presidencial a la marcha
En esta oportunidad, Sheinbaum aseguró que la oposición fue la responsable de amplificar la convocatoria que circuló con fuerza en redes sociales; lo dijo con un tono directo, sin rodeos, al indicar que detrás de ese ruido digital estaban el PRI, el PAN y figuras vinculadas a la llamada Marea Rosa.
«Fue la oposición quien levantó mucho esta marcha», expresó la mandataria, una frase que marcaría el rumbo de la conversación pública por el resto del día, pero en su conferencia la mandataria insistió en que, aunque algunos jóvenes participarían legítimamente de la marcha que la líder mexicana sostiene que tiene vínculos con la derecha internacional, el eco que alcanzó la movilización se debió a actores con motivaciones políticas.
Pese a esto, el mensaje de la mandataria buscó diferenciar entre la participación ciudadana genuina y las operaciones de amplificación que, según el Gobierno, podrían haber alterado la percepción de alcance real del movimiento, siendo que apuntó a la oposición como la fuerza que «levantó» la marcha, sugiriendo que el protagonismo digital no surgió desde la base juvenil, sino desde estructuras partidistas.
La investigación expuesta desde el Palacio Nacional
La presidenta recordó que un día antes, en Palacio Nacional, se presentó una exposición sobre el origen digital del movimiento, pero el encargado fue Miguel Elorza, miembro de Infodemia, quien explicó el rastreo de perfiles y cuentas que promovieron la marcha. Según el Gobierno, esos patrones de difusión apuntaban hacia usuarios vinculados a partidos de oposición, lo que reforzaría la versión oficial.
Cabe mencionar que Sheinbaum invitó a quienes planean asistir a revisar esa investigación para conocer el contexto completo, siendo que lo planteó como un ejercicio de transparencia, un «antes de salir a la calle, mírenlo», dejando entrever la preocupación del Gobierno por el peso que pueden tener narrativas construidas artificialmente en plataformas digitales.
La exposición, dijo la mandataria, permite ver que las redes sociales no solo propagan mensajes, sino que también pueden amplificar causas desde grupos políticamente organizados. Ese énfasis buscó matizar la idea de que la marcha sería únicamente una expresión juvenil espontánea, planteando que su difusión habría tenido un motor externo.
Libertad de expresión y un llamado a la calma por parte de Sheinbaum
A pesar de sus críticas al impulsor opositor, Sheinbaum reiteró que su Gobierno garantiza el derecho a manifestarse; por eso, lo hizo con un tono firme, casi pedagógico, al recordar que México es un país donde la expresión pública está protegida.
«México es un país libre… se pueden manifestar todos aquellos que lo quieran hacer», declaró, dejando constancia de su postura. Sin embargo, la presidenta insistió en que toda la participación debe mantenerse dentro de la vía pacífica.
De momento, nada de violencia, nada de confrontaciones, remarcando que la prioridad es que las movilizaciones no se conviertan en escenarios de riesgo, en especial cuando se anticipa la presencia de jóvenes que podrían verse envueltos en conflictos ajenos a sus motivos iniciales.
Por otro lado, el mensaje final del bloque buscó ser equilibrado entre que la libertad sí, pero con información; por eso, la presidenta pidió que quienes salgan a marchar conozcan el origen de la convocatoria y sepan quiénes la impulsaron, pero no se trató de descalificar la protesta, sino de pedir que se entienda el paisaje completo antes de caminar hacia las calles. También Sheinbaum insistió en que su imagen en las elecciones del 2027 no perjudica a opositores.
