La República Democrática del Congo, ha sido una víctima de la desmedida ambición extranjera, al contar con una gran cantidad de recursos minerales cruciales para la industria tecnológica, como el cobalto y el coltán. Es por ello que, los representantes de la Iglesia del Congo, durante el inicio de la COP30, han pedido a la comunidad internacional que tome acciones para detener la extracción ilegal de estos minerales en el país.
La delegación de la Iglesia de la RDC se presentó con el objetivo de que la lucha de los congoleños no pase desapercibida
La 30a Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), es la reunión sobre el cambio climático más importante a nivel mundial. Debido a su visibilidad, aparte de tratar los temas sobre el desarrollo sostenible y el medio ambiente, algunas delegaciones hacen uso de esta plataforma para exponer sus luchas y poder captar la atención de todo el mundo.
En ese sentido, la inauguración de la COP30 en Belém, Brasil, ha dejado muchas noticias destacadas. Sin embargo, ninguna tan conmovedora como la exposición de la delegación de la Iglesia de la República Democrática del Congo, sobre el panorama tan desolador por el que se encuentra atravesando el país. Todo, debido a la extracción ilegal de sus recursos minerales, que ha sumido a la población en un estado de gran miseria.
El presidente de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi, durante su participación en la cumbre de los líderes, habló sobre la guerra ecológica que azota a su país, y de cómo la comunidad internacional ha mostrado una indiferencia preocupante ante tal situación.
El presidente del Congo pide un alto a la extracción de sus recursos
Según el presidente Félix, el Congo es actualmente una víctima de la gran cantidad de riquezas naturales que posee, ya que el mundo entero ha estado explotándolas incansablemente durante años, para su propio beneficio. Aun cuando esto es a costa de la vida de los congoleños.
El presidente le pidió al mundo, que dejen de saquear a su país y a sus recursos, y que por sobre todo, dejen de pasar por encima de los habitantes del Congo, quienes han sido los más afectados por la guerra, que ha sido denominada como la guerra de los minerales.
Asimismo, el mandatario señaló que todas las personas que tienen un teléfono, llevan encima la sangre de los congoleños, ya que los países vecinos son armados para atacar al Congo y llevarse el coltán del país, el mineral que es lo que permite que esos aparatos sean fabricados.
La crónica de una guerra en el Congo, con un único perdedor
La secretaria ejecutiva de la Comisión Episcopal para los Recursos Naturales (CENCO), y también miembro de la delegación de la Iglesia del Congo, Jeanne-Marie Abanda, denunció que en su país hay una lucha encarnizada por los abundantes recursos minerales con los que ha sido dotado el Congo, donde, por un lado está el ejército congoleño y, por el otro, los grupos rebeldes del M23.
Según Jeanne-Marie Abanda, la guerra que hay en el país por el cobre, el cobalto y el coltán, ha provocado una cantidad descomunal de violaciones a los derechos humanos, además de daños devastadores al ambiente. La secretaria, denunció que estos minerales son las materias primas esenciales de los componentes electrónicos que usan los teléfonos y ordenadores alrededor del mundo.
La secretaria de la comisión, denominó a los recursos extraídos y que han provocado todo este caos en el país, como minerales de sangre, debido al gran coste que ha provocado en los habitantes del Congo, cuyos hogares y vidas, en la mayoría de los casos, han sido destruidos con el único propósito de obtener estos materiales lo más barato posible.
