En su habitual intervención de cada domingo, el Sumo Pontífice pidió a la comunidad internacional que apunte a priorizar el entendimiento y la reconciliación. Condenó el ataque a la parroquia católica de Gaza y advirtió sobre la creciente escalada de tensiones a nivel global.
Diálogo en vez de armas
Desde la catedral de Albano, ubicada junto a la residencia estival de Castel Gandolfo, el papa León XIV celebró su habitual misa dominical con una posterior rueda de prensa ante un grupo de periodistas en la que exhortó a la comunidad internacional: “Debemos dialogar y dejar las armas”.
Las declaraciones del Santo Padre, aunque breves, marcaron el tono contundente de una jornada en la que la máxima autoridad de la Iglesia Católica volvió a poner en el eje central de la discusión internacional, la necesidad urgente de que la búsqueda de la paz vuelva a ser parte fundamental del debate internacional.
Ante miles de fieles que fueron a escucharlo, y bajo la atenta mirada de los medios que replicaron su mensaje a todo el mundo, el papa León XIV reconoció la gravedad de la situación global: “El mundo no soporta más la guerra”, aseveró. Su llamado por la paz resonó con fuerza a través de las medios digitales, dentro de un contexto donde los conflictos armados, principalmente en Oriente Medio, siguen escalando en cantidad y virulencia.
Condena al ataque a una parroquia en Gaza
La homilía dominical del papa León XIV llega en un momento especialmente sensible en su relación con el Estado de Israel. Días atrás, las fuerzas del ejército israelí atacaron el único templo católico de la Franja de Gaza, acontecimiento que provocó la condena total, absoluta y unánime de toda la comunidad internacional.
Ante la consulta sobre su última conversación telefónica con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu , el apoderado de la Ciudad del Vaticano comentó: : “Insistimos en la necesidad de proteger los lugares sacros y de trabajar juntos en este sentido”, haciendo una clara referencia a la preocupación por la seguridad de las minorías cristianas de las zonas de conflicto, que utilizan sus sedes religiosas como centros de refugio y seguridad.
El pasado jueves, las tropas del ejército de Israel que llevan adelante la ocupación y asesinato indiscriminado de palestinos en la Franja de Gaza, atacaron la única sede católica del enclave, una pequeña parroquia, dejando un saldo de tres muertos y decenas de heridos. Al momento de ocurrir el ataque, más de 400 personas desplazadas, principalmente niños y personas con necesidades especiales, se encontraban buscando refugio en el interior del templo.
Junto a sus fieles, por la reconciliación y la paz
El reciente ataque sobre la parroquia católica sacudió a la comunidad internacional, que rápidamente salió a condenar el ataque, intensificando la presión sobre las partes involucradas en el conflicto, en un nuevo impulso a los llamamientos a la paz provenientes de distintas comunidades religiosas, diplomáticas, sociales y culturales.
Mientras pronunciaba la homilía en la catedral de San Pancracio, León XIV profundizó su mensaje de solidaridad y reconciliación. “Siendo solidarios y compartiendo la fe y la vida, promoveremos una cultura de paz, ayudando también a quienes nos rodean a superar rupturas y hostilidades, y a construir comunión entre las personas, entre los pueblos y entre las religiones”, dijo el papa a los fieles congregados.
La jornada en Castel Gandolfo, enmarcada en la necesidad de trascender las divisiones y fomentar la cooperación entre las diversas comunidades, tuvo su espacio de conexión entre los fieles y el Sumo Pontífice. Al finalizar la misa, León XIV se acercó a los fieles congregados para firmar autógrafos, bendecir a enfermos y niños, así como para charlar con algunos de los cientos de personas que asistieron a la celebración.
