El presidente francés, Emmanuel Macron, ha emitido una dura condena contra los recientes y masivos ataques perpetrados por el ejército ruso en territorio ucraniano. El mandatario calificó las ofensivas contra infraestructura civil como «inaceptables» y una prueba de la «obstinación» de Moscú por continuar con el conflicto.
La «adicción» rusa y el bloqueo de la paz
El Jefe de Estado francés utilizó su cuenta oficial de X para elevar una crítica hacia el Kremlin, señalando que la persistencia de los ataques demuestra que Rusia no busca la paz. Macron lamentó que, a pesar de los esfuerzos internacionales de que «todo está dispuesto para la paz», Moscú «se niega a aceptarla» y opta por una senda de escalada bélica.
Esta postura, según París, se ha convertido en una «forma de adicción rusa a la guerra», lo cual socava toda posibilidad de diálogo y acuerdo diplomático. El presidente subrayó que nadie puede creer a Rusia cuando afirma desear la paz mientras continúa con agresiones que violan el derecho internacional humanitario.
La firmeza del Eliseo busca mantener la presión económica y política sobre el gobierno de Vladimir Putin, asegurando que no habrá levantamiento de sanciones antes de que haya firmado un acuerdo de paz duradero y verificable, en el que Rusia demuestre una voluntad real de cese al fuego.
Objetivos civiles bajo fuego masivo
Macron condenó «enérgicamente» la intensificación de los ataques rusos que han tenido como objetivo principal la infraestructura energética y ferroviaria de Urania. Estos bombardeos masivos buscan deliberadamente paralizar la vida civil y el funcionamiento básico del país, justo en el inicio de la temporada más fría.
Reportes desde Ucrania confirman que los misiles y drones rusos han causado daños graves en múltiples regiones, afectando centrales térmicas y la capacidad de transporte de bienes especiales. Estos son considerados crímenes de guerra por la comunidad internacional.
Para el gobierno francés, la ofensiva contra la infraestructura ucraniana es «una prueba más de esta agresión y cinismo», demostrando que el objetivo de Rusia es «tomar el control territorial» sin importar el costo humano. Esta táctica militar es vista como una forma de terrorismo para doblegar la voluntad del pueblo ucraniano.
Refuerzo del apoyo y la solidaridad europea tras los ataques
Ante la escalada de violencia, el presidente Macron reafirmó el compromiso de Francia de apoyar a Ucrania a corto y largo plazo, no solo en el plano humanitario, sino también en el militar. Este apoyo incluye la modernización de las fuerzas armadas ucranianas y la disuasión contra futuras agresiones.
Francia ha concretado acuerdos para el suministro de equipos de defensa aérea, drones e interceptores de drones, así como bombas guiadas, elementos cruciales para que Kyiv pueda defenderse de los ataques aéreos. El respaldo militar es considerado por París como un compromiso con la «seguridad de todos» en Europa. Frente a la amenaza de la expansión rusa.
La postura de Francia refleja la determinación y constancia del compromiso europeo, donde los líderes de la Unión Europea han dedicado de manera unánime mantener la presión económica. La regeneración del ejército ucraniano y el apoyo financiero para las compras de artillería siguen siendo una de las prioridades de la ayuda occidental coordinada.
La condena de Macron a los ataques masivos de Rusia subraya la grave situación en Ucrania y la negativa de Moscú a entablar conversaciones serias de paz. Ante la obstinación bélica, la respuesta de Francia y sus socios se centra en reforzar el apoyo militar y humanitario a Kyiv, asegurando que la única vía para levantar las sanciones es el cese total de los ataques y la firma de un acuerdo de paz justo.