El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció a través de su red social, Truth Social, la anulación de todas y cada una de las órdenes ejecutivas y documentos que fueron firmados por su predecesor con el autopen. La decisión, abarca los documentos que no fueron autografiados directamente por el expresidente, sino que se suscribieron mediante el uso de un bolígrafo automático.
El autopen se trata de un aparato electromecánico sofisticado, diseñado para reproducir de manera idéntica y precisa la firma manuscrita de una persona. Esto, no es un invento reciente ni es una tecnología exclusiva de la administración Biden. Este artefacto funciona mediante un brazo mecánico que sostiene una pluma estilográfica o bolígrafo, trazando el patrón de la firma que ha sido previamente digitalizado y programado en la máquina.
Donald Trump anuncia que todo aquel documento firmado con el uso de autopen sería anulado, cuestionando la salud mental del expresidente
Donald Trump, actual presidente de EU, declaró que cualquier documento firmado por el anterior presidente, Joe Biden, con el boligráfo automático, quedarán sin validez alguna al rescindir el valor de la firma dentro de ellos. Con esta medida, el mandatario estadounidense declara la nulidad de al menos el 92% de los documentos y órdenes emitidas en la anterior administración, calificando además a los que rodeaban a Biden de «lunáticos de izquierda radical».
La cancelación anunciada por el magnate neoyorquino, tiene como argumento que aquellos que operaron el dispositivo lo hicieron de forma ilegal. Esto, debido a que, según él, el equipo de Biden se habría estado aprovechando de su supuesto deterioro cognitivo, operando así el autopen de manera autónoma e ilícita al mismo tiempo que tomaban decisiones por cuenta propia, sin la plena y consciente aprobación del entonces presidente.
El uso de autopen es completamente lícito
La controversia alrededor del uso del autopen no reside en el artefacto, sino en el acto de delegación por parte del ex jefe de Estado, pues legalmente, el presidente es el único que puede autorizar el uso de su firma mecánica para un documento legal. En este punto, los expertos legales coinciden en que si el presidente Biden autorizó a su personal a usar la máquina, dichas firmas son perfectamente legales y los documentos son vinculantes.
Si bien, dentro de la historia del autopen en el Gobierno Federal de los Estados Unidos se popularizaría a partir de la administración de Dwight D. Eisenhower, fue bajo la presidencia de Barack Obama cuando su papel se elevó al nivel de acto presidencial. En 2010, Obama autorizó formalmente el uso del autopen para estampar su firma en un documento legal que aprobaba la reautorización de la Ley de Extensión de Reducción de Impuestos.
Esta decisión del jefe de Estado, atraviesa algunas piedras en el camino debido a los documentos que plantea anular
A pesar de que a partir de este acontecimiento, respaldado por el Departamento de Justicia, concluyedo que la firma mecánica es válida si ha sido delegada o autorizada explicitamente por el presidente, la anulación de estos documentos abre un complejo frente legal. Muchos expertos coinciden en que la forma de la firma no constituye un motivo en sí mismo para la anulación.
Asimismo, algunos juristas señalan que, aunque Trump tiene la potestad de revocar órdenes ejecutivas de su predecesor, independientemente de cómo hayan sido firmadas, la situación se complica con otros actos presidenciales como indultos y leyes sancionadas. La Constitución y la jurisprudencia no ofrecen un mecanismo claro para anular un indulto presidencial.
De este modo, la administración demócrata ha tenido reacciones de rechazo y desdén. En ocasiones anteriores, Joe Biden ha desestimado firmemente las insinuaciones sobre su salud mental y su autonomía. Entre las declaraciones anteriores de Biden, se habría expresado que todas sus decisiones las tomó conscientemente, calificando de ridículas y falsas las acusaciones emitidas.