Existen muchas maneras de producir energía utilizando fuentes renovables. Puede ser a partir del viento, también puede ser a partir del agua o incluso, puede producirse utilizando deshechos de las plantas y árboles. Éstas son algunas alternativas para limitar el uso de combustibles fósiles. Otra manera de producir electricidad, de la que nos ocuparemos hoy, es utilizando la luz del sol. Por fortuna, el sol es gratis y siempre estará ahí para nosotros.
Según se calculó, a nuestro planeta Tierra llega suficiente energía solar en tan solo una hora como para abastecer al mundo entero durante un año. A diferencia de los importantes recursos y capital necesarios para extraer y quemar combustibles fósiles, cualquiera puede comprar e instalar paneles solares para aprovecharse de la abundancia de luz solar.
A diferencia de la energía generada por los combustibles fósiles, la energía solar no produce emisiones peligrosas de dióxido de carbono (CO2). Contar con soluciones energéticas sostenibles libres de carbono, es esencial para ralentizar el cambio climático y prevenir mayores daños al medio ambiente.
Además sirve para ahorrar en la factura de la energía eléctrica mensual. Esta independencia energética lo protege contra el aumento del coste de la electricidad y contra la volatilidad en el precio de los combustibles.
Por otro lado un inmueble se revaloriza con este tipo de tecnología. Estudios demuestran que los inmuebles con sistemas solares se venden hasta un 20% más rápido y con un valor del 17% superior con respecto a las viviendas sin tales sistemas.
Usted puede obtener estos paneles solares para poner en su propiedad o en su empresa y financiar la obra con un préstamo.
Pero cómo funciona un panel solar
Un panel solar es un dispositivo que aprovecha la energía del sol para generar calor o electricidad. Según estos dos fines podemos distinguir entre colectores solares, que producen agua caliente (generalmente de uso doméstico) utilizando la energía solar térmica, y paneles fotovoltaicos, que generan electricidad a partir de la radiación solar que incide sobre las células fotovoltaicas del panel.
En estos últimos nos vamos a detener porque son los que nos interesan en este momento, para eso primero explicaremos la energía solar fotovoltaica, que es aquella que se obtiene mediante el procedimiento de convertir la luz solar en electricidad, utilizando una tecnología basada en el efecto fotoeléctrico. Esta energía es del tipo renovable, inagotable y además no contaminante. Puede producirse en instalaciones que van desde los pequeños generadores para autoconsumo hasta las grandes plantas fotovoltaicas.
Se dispone para la captura de la energía solar de un panel fotovoltaico, que está compuesto por un conjunto de celdas solares (células fotovoltaicas) que se encuentran conectadas eléctricamente entre sí en serie y paralelo, hasta conseguir el voltaje adecuado para su utilización. Entres sus características destacadas, los módulos fotovoltaicos admiten tanto radiación directa como difusa. Es decir que pueden generar energía eléctrica incluso en días nublados.
El proceso comienza cuando la luz solar cae sobre una de las caras de una célula fotoeléctrica, que componen los paneles solares, y se produce un diferencial de potencial eléctrico entre ambas caras haciendo que los electrones salten de un lugar a otro, generando así corriente eléctrica que luego se transporta hasta la red de distribución para llegar hasta los puntos de consumo.
Existen dos tipos de instalaciones: aisladas y conectadas a la red. Afortunadamente cualquier de las dos puede ser financiada con un préstamo online. Las instalaciones aisladas son las que generan electricidad para autoconsumo solar residencial o industrial, estos son por ejemplo los paneles ubicados en casas particulares. Por otro lado, las instalaciones conectadas a la red suministran la electricidad a la red eléctrica.
Las instalaciones fotovoltaicas pueden ser montadas en el suelo, en la azotea, en la pared o flotantes. El soporte puede ser fijo o usar un seguidor solar para estar siempre orientados al sol. Lo que debes tener en cuenta es que a mayor tiempo de exposición al sol, mayor también será el rendimiento de los paneles.