Impossible Foods ofrece una hamburguesa que intenta imitar el sabor y la consistencia propias de la carne. Propone un producto con el sabor y los beneficios nutricionales de la carne pero evitando los impactos negativos para la salud y el medio ambiente, según sus creadores. Hasta un vegetariano dudaría!
Si bien todos sus componenetes son de origen vegetal, está puesto en duda los impactos para la salud de la leghemoglobina de soja y la FDA está solicitando más pruebas. Se alega que nunca antes ha sido consumido por humanos y que, a falta de más comprobaciones, podría constituir un alérgeno.
La agencia estadounidense justificaba su postura en varios puntos. En uno de ellos indicaba que el hecho de que la proteína sea de tipo globina, una familia a la que pertenece la hemoglobina de la sangre, no implica que no provoque alergias. En otro, advertía que, aunque ellos la obtuvieran de una levadura, la fuente original de la sustancia es la soja, “uno de los ocho alimentos con más alérgenos”. Según la empresa, sin embargo, “una minuciosa búsqueda en bases de datos de alérgenos ha demostrado que la leghemoglobina de soja tiene un potencial de alergenicidad muy bajo”.
"Debido a que usamos 0% de carne de vaca, nuestra hamburguesa utiliza una mínima fracción de los recursos naturales de la Tierra.
En comparación con las vacas, la hamburguesa imposible utiliza 95% menos tierra, 74% menos agua y crea un 87% menos emisiones de gases de efecto invernadero.
Y es 100% libre de hormonas, antibióticos e ingredientes artificiales", indican en la web de la empresa.
A pesar de los peros de la FDA, la empresa sigue comercializando su jugoso filete vegano. La agencia no ha definido que la leghemoglobina de soja sea perjudicial para la salud y, en realidad, tampoco es necesaria su aprobación en el caso de algunos ingredientes. Las leyes estadounidenses eximen a las empresas de rendirle cuentas sobre los aditivos siempre que sean generalmente reconocidos como seguros (GRAS) por “expertos cualificados”, de la propia compañía o de instituciones externas.
Ni una cosa ni la otra
“La FDA no certifica ni confirma que la comida es segura. Esa responsabilidad recae en los fabricantes”, advierten desde Impossible Foods a HojaDeRouter.com. Si piden su visto bueno, dicen, es porque aspiran a ser un modelo de transparencia corporativa “remitiendo voluntariamente los datos de seguridad a la agencia para su revisión independiente” y obtener indicaciones “como parte del procedimiento habitual de notificación de los GRAS”.
A finales de este mes, Impossible Foods enviará las nuevas pruebas, así como los análisis de los expertos, a la FDA para otra revisión e intercambio de impresiones. Veremos qué opina la agencia en esta ocasión.
Ecoportal.net
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