Las diminutas flores blancas de Udumbara se suspenden sobre los delicados tallos, los cuales son más finos que un cabello humano.
Según las Escrituras Budistas, ellas sólo florecen una vez cada 3.000 años, ante la llegada de Chakravartin, el Rey Santo que Gira la Rueda que viene para rectificar el Dharma en el mundo humano.
Udumbara significa en sánscrito (antigua lengua indú): “Flor de buen augurio que viene del cielo”.
Las escrituras sostienen que es un producto de la omnímodo y sobrenatural; una flor celestial que no existe en el mundo terrenal, y se manifiesta debido a la gran virtud y las bendiciones de un Buda Tathagata.
En las Escrituras, este Buda es el Rey que gobierna el mundo, no con la fuerza, sino con la Gran Ley, y ofrece salvación a los seres del mundo.
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