Por Por Organizaciones Ecuatorianas
1.e. Efectos en Ecuador de las fumigaciones en Colombia 2002
La Asociación de Campesinos “Santa Marianita”[8] de la Parroquia General Farfán, con 27 socios, denuncia que tras las fumigaciones recientes en Colombia sufren “de enfermedades en la piel y los ojos, infecciones respiratorias, fiebres semejantes a las del paludismo, pero con análisis siempre negativos. Los animales hembras mal paren y tenemos una baja en la producción de maíz, cacao, arroz, plátanos, hasta no poder recuperar la inversión”.
La comunidad Chone 2, Puerto Nuevo y La Playera, en la vía Tetetes, parroquia de Pacayacu, denuncian daños en sus cultivos y a los animales. De igual manera se habla de graves daños y problemas a la salud en la comunidad fronteriza de Cohembí.
1.f. Las acciones gubernamentales
El 02 de julio del 2001, el Gobierno del Ecuador solicita al Gobierno de Colombia:
– “que las aplicaciones de las formulaciones químicas utilizadas en su territorio se realicen al menos a 10 kilómetros adentro de la frontera con el Ecuador, de manera de prevenir que la dispersión causada por los vientos llegue a territorio ecuatoriano y produzca efectos nocivos para las personas y para la vegetación”[9].
A dicha comunicación dio respuesta la Cancillería colombiana[10] el 14 de julio 2001, en la que manifestó:
– El Gobierno Colombiano ha adoptado las precauciones necesarias en la programación de las fumigaciones; en su parte sustancial propuso la realización de un Seminario – Taller en Colombia, en la cual el Gobierno de ese país “tendría la oportunidad de brindar toda la información técnica que los funcionarios ecuatorianos requieran, con el ánimo de resolver todas aquellas inquietudes existentes y de fortalecer el espíritu de cooperación binacional”. Durante el Seminario
– Taller “Erradicación de cultivos ilícitos”, realizado en Bogotá
– Colombia del 13 al 15 de febrero del 2002, la delegación colombiana se comprometió a “mantener una zona de amortiguamiento de 8 a 10 kilómetros sin aspiraciones químicas desde el Río San Miguel, límite binacional, para dentro del territorio colombiano”.
2.- Objetivos de la visita y procedimiento
Con estos antecedentes se conformó una Comisión Interinstitucional y multidisciplinaria representada por la Asociación Latinoamericana para los Derechos Humanos, ALDHU; Red para Acción y Alternativas a los Plaguicidas, Rapal – Ecuador y; Acción Ecológica; acompañados por el Defensor del Pueblo de Sucumbíos, Laboratorios Labsu, Acción Creativa y algunos medios de comunicación.
El propósito de dicha Comisión fue realizar una Misión de Verificación de los impactos de las fumigaciones en la frontera y la corroboración de las denuncias recibidas mediante la realización de pruebas de campo que permitan demostrar el grado de vulnerabilidad y afectación de la población fronteriza. Para tal fin, la Comisión se desplazó a la provincia de Sucumbíos, en la zona de la vía Tetetes, a finales de septiembre del 2002.
Los objetivos de la misión fueron:
1. Determinar si la distancia de las fumigaciones respeta el pedido del Gobierno Ecuatoriano de mantener una franja de seguridad de 10 km. hacia adentro del territorio Colombiano, para precautelar los derechos de los ecuatorianos.
2. Verificar las denuncias de impactos de las fumigaciones a la salud de los habitantes de la zona y corroborar una denuncia sobre el fallecimiento de 5 personas en Cohembí (Ecuador).
3. Analizar los cultivos afectados por las fumigaciones, verificar la presunta utilización del Fusarium oxisporum y determinar los nutrientes del suelo y su grado de afectación.
3.- Resultados
3.a. Objetivo 1: Determinar si la distancia de las fumigaciones respeta el pedido del Gobierno Ecuatoriano de mantener una franja de seguridad de 10 km. hacia adentro del territorio Colombiano para precautelar los derechos de los ecuatorianos.
El Seminario –Taller “Erradicación de Cultivos ilícitos” al que invitaba el Gobierno de Colombia se realizó en Bogotá-Colombia del 13 al 15 de febrero del 2002, con el fin de “ilustrar su programa de erradicación de cultivos ilícitos y brindar toda la información técnica que los funcionarios requieran”.
El seminario contó con la presencia de “Autoridades que trabajan en puestos de alto nivel no técnico sino político, responsables de la política de drogas en Colombia, (…) la delegación ecuatoriana cuestionó la ausencia de técnicos de los ministerios homólogos (Agricultura y ganadería, Salud y Ambiente) y (…) las conferencias informativas se dieron con un auditorio en su mayor parte conformado por policías, pilotos fumigadores y políticos.”[11]
No obstante estas limitaciones y la falta de análisis e información oficial, dado en dicho evento, que le permita al Gobierno del Ecuador tomar medidas preventivas, reparatorias, y precautelatorias para las futuras fumigaciones y establecer programas emergentes para la población de frontera, del Seminario se sustrajeron al menos tres conclusiones importantes, contundentes y acordes a lo solicitado por el Gobierno de Ecuador, a través de su Cancillería:
a) No se fumigará una franja de seguridad de 8 a 10 km. Desde la línea de frontera binacional para adentro del territorio colombiano. (En esta franja se aplicarían programas de erradicación manual).
b) Hacen falta investigaciones sobre los efectos en agua, suelos, flora y fauna en ecosistemas compartidos.
c) El programa de erradicación de cultivos ilícitos no cuenta con un Sistema de Vigilancia Epidemiológica.
El Embajador de Ecuador en Colombia, Fernando Ribadeneira, reiteró en ese evento el pedido de Ecuador sobre la “conveniencia de que las fumigaciones se realicen respetando una franja de seguridad de 10 kms adentro de la frontera para que se pueda salvaguardar a la población y al territorio ecuatoriano de los posibles efectos dañinos provenientes de tales aspersiones”.[12]
El compromiso de respetar una franja de 8-10 km, en el programa de fumigaciones, fue manifestado claramente por cuatro de los conferencistas que representaron al Gobierno de Colombia:
“No hemos fumigado hasta un margen de por lo menos 7 kilómetros de la frontera con Ecuador”[13]. Dr. Richard Baca, Director de la Agencia Antinarcóticos –NAS-, de la Embajada de los Estados Unidos de América en Colombia.
“Se está dejando sin fumigar una franja de 8-10 km con Ecuador”.[14] Ingeniero Luis Parra, Asesor de la NAS en la Embajada de Estados Unidos en Colombia y el Mayor Vargas, Coordinador de la salida de campo.
“Se está fumigando a una distancia de 8 – 10 km de la frontera con Ecuador.”[15] General. Gustavo Socha, Director de la Policía Antinarcóticos.
Pese a lo anterior, el resultado de la verificación realizada en la zona de frontera, se puede afirmar que no se ha cumplido con este acuerdo gubernamental y Colombia continua realizando sus aspersiones en la misma línea de frontera con Ecuador. Desde el 2001 las denuncias locales hablan de que las avionetas de fumigación violaban el espacio aéreo ecuatoriano para dar la vuelta y continuar con las aspersiones. Lo cual, de comprobarse, supone una agresión directa a la soberanía ecuatoriana.
Para verificar la distancia de las fumigaciones efectuadas en la frontera, la misión de verificación se adentró en territorio colombiano y, con un equipo de GPS, se procedió a identificar las zonas fumigadas en Colombia y su distancia del Río San Miguel, dando los siguientes resultados:
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– En la Pedrera (punto 7), a seis metros del río San Miguel, se encontraron signos de cultivos destruidos por las fumigaciones, posiblemente por la deriva aérea.
– En el punto 10 se observaron severos impactos, dado que las fumigaciones se hicieron directamente sobre el área y 706 metros de distancia de la frontera.
– En el recinto Nueva Granada (puntos 8 y 9), a 1.600 metros de la frontera, los testimonios de la población informan que, entre el 30 de agosto y el 6 de septiembre, los aviones fumigaron directamente sobre las casas. Como evidencia de ello, se observó que en la cancha de fútbol, situada en el centro del poblado, presentaba grandes círculos de clorosis. La profesora de la escuela manifestó que sus 35 alumnos se enfermaron con dolores de cabeza, lagrimeo y fiebre.
– En Aguas Blancas (puntos 15 y 16), a una distancia de 7 a 8 km.
de la frontera, se comprobó la destrucción de todo tipo de cultivos.
– En Los Cristales (punto 14), se obtuvieron testimonios acerca de que las avionetas pasaron por encima de las casas y fueron rociados el 1 y 18 de agosto del 2002, sin consideración de que se estaban afectando las viviendas, cultivos alimenticios y fuentes de agua.
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– En La Playera Oriental y Chone 2 (entre 1 y 1.257m de la rivera del río San Miguel) se observaron evidentes daños derivados de las fumigaciones realizadas el 6 de septiembre del 2002, en el lado colombiano, en las orillas del río San Miguel. En todos los puntos, se tomaron muestras de suelo y vegetación, se obtuvieron datos de salud de la población y testimonios sobre los impactos sociales.
– En frente de La Pedregosa (punto 12, a 186m dentro del territorio ecuatoriano) se encontraron daños en las bananeras y otros cultivos que tenían señales de clorosis (amarillamiento), como consecuencia de la proximidad de las fumigaciones de Colombia. Los testimonios señalaron que las afectaciones se derivaron de las fumigaciones realizadas en el lado colombiano entre el 30 de agosto y el 6 de septiembre de este año.
Lo observado por la misión de verificación, los resultados de las muestras tomadas, los testimonios obtenidos y las entrevistas realizadas, nos permiten afirmar que las fumigaciones en Colombia se efectúan a menos de 10 kilómetros de la frontera con Ecuador. Con lo cual se concluye que a la fecha de dicha misión, no se ha respetado la petición de Cancillería, ni la del embajador de Ecuador en Colombia.
En algunos casos, se fumigó hasta la orilla del Río San Miguel. La deriva del producto fumigado, ocasionó un perjuicio grave a la población fronteriza ecuatoriana