Por Dr. Marcos Sommer
– El mundo desconoce este atentado a la vida en las islas Feroe – Dinamarca – Europa.
– El calderón, cuyo nombre científico es (Globicephala melas o Globicephala macrorhynchus) es un cetáceo de la familia de los delfines y está catalogada como especie amenazada de interés especial, apareciendo también en la Lista Roja de la Unión Mundial para la Naturaleza- IUCN – como de bajo riesgo.
– Ninguna nación puede reclamar el derecho moral de matarlas.
– El mundo desconoce este atentado a la vida en las islas Feroe – Dinamarca – Europa.
– El calderón, cuyo nombre científico es (Globicephala melas o Globicephala macrorhynchus) es un cetáceo de la familia de los delfines y está catalogada como especie amenazada de interés especial, apareciendo también en la Lista Roja de la Unión Mundial para la Naturaleza- IUCN – como de bajo riesgo.
– Ninguna nación puede reclamar el derecho moral de matarlas.
Las islas Feroe con 1.117 kilómetros de costa, son una plataforma de 18 islas volcanicas aisladas en el Atlántico Norte entre Escocia e Islandia, que conforman el archipiélago feroés, en medio de las rutas migratorias de las ballenas calderón. Las islas presentan numerosos estrechos, fiordos y profundos valles donde viven 47.000 personas en total, de las cuales casi un tercio reside en la capital, Torshavn. Entre las islas más grandes hay transbordadores y también se han construido puentes entre las dos islas mayores.
Fig. 1. Las islas Feroe con 1.117 kilómetros de costa, son una plataforma de 18 islas volcanicas aisladas en el Atlántico Norte entre Escocia e Islandia.
Estas islas pertenecen a Dinamarca, es una región autónoma, donde hasta la década de los setenta no llegaban los aviones.
Todos los años se lleva a cabo una sangrienta masacre contra los delfines calderones,una especie inteligentísima,en peligro de extinción,que se acercan naturalmente a los seres humanos por su docilidad y sensibilidad. Está tradición data de 1.200 años, como una ceremonia de iniciación para los adolescentes que llegan a la adultez. En esta ceremonia se matan cerca de 1.000 a 2.500 calderones (capturas anuales han oscilado entre los 1.500 a 3.000 indivuduos). Esta matanza tradicional de todos los años desde luego es sangrienta y resulta ser un lamentable espectáculo al que nadie pone freno.
Fig. 2. Lamentablemente esta especie ha sido tradicionalmente capturada por su preciada carne, de la que se cuenta, es "extremadamente sabrosa". En una temporada completa pueden matarse hasta 3.000 ballenas.
Antes la agricultura jugaba un papel muy importante en las islas, pero actualmente sólo un 1% de la población se dedica a la agricultura. La carne de calderón supone aproximadamente una cuarta parte de su consumo total de carne.
La pesca, la industria pesquera y la exportación de pescado son las actividades comerciales más importantes hoy en día. Además se producen aparejos de pesca para la exportación, y la construcción de barcos también es bastante importante. Pero también se exportan prendas de lana gracias a su extensa cría de ovejas.
Un calderón (Globicephala melas o Globicephala macrorhynchus) en zoología es un cetáceo odontoceto, de la familia de los delfines (Delphinidae). También recibe los nombres de globicéfalo negro o ballena piloto de aleta larga.
Se encuentra en las aguas templadas y subpolares (0 – 25°C), de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico, a ambos lados de la línea ecuatorial hasta el paralelo 30.
Fig. 3. Distribución: Globycepahala macrorhynchus, en aguas tropicales, subtropicales, y aguas templadas. Fuente: (Olson and Reilly, 2002; Carwardine, 1995)
Se calcula que hay un millón de ballenas piloto en el Atlántico Norte.Numerosas manadas pasan durante la primavera y a principios del verano siguiendo su migración anual. Viven bien mar adentro o cerca de la costa, generalmente al borde de la plataforma continental, e incluso a veces entra en rías en busca de alimento. Existe una población antártica y otra ártica, estimada en unos 90.000 individuos. Fuera de sus límites ocupa el territorio el calderón común (Globicephala melaena).
El calderon es una especie de hábitos gregarios, vive en grupos de centenares de individuos. El núcleo del grupo es la familia (de unos 15 o 20 miembros), aunque en ocasiones se concentren varios centenares, compuesta por hembras con su cría y en general un solo macho adulto.
Fig. 4. Cetáceo calderon vive en flia. de 15 a 20 miembros.
Los machos pueden llegar a medir 7 metros y pesar 2.500 kg, siendo la hembra generalmente más pequeña. Su principal característica es una cabeza con un melón exagerado, más marcado en los machos, con un pico poco marcado o inexistente separado del melón por un pliegue.
Fig. 5. Cabeza – en forma de melón que se usa como ecolocalizador.
En la boca tiene de 8 a 13 dientes cónicos y afilados en posición anterior en cada uno de los 4 huesos mandibulares. No existe constricción en el cuello y desde aquí el cuerpo es cilíndrico hasta la aleta dorsal; ésta se encuentra situada en la mitad anterior del cuerpo y tiene una base alargada: en los machos es bulbosa, muy arqueada hacia atrás, con una base larga y el borde de ataque ancho y grueso, mientras que en las hembras es menos arqueada. Las aletas pectoriales están situadas más cerca de la cabeza y son bastante largas (casi el 30 por ciento de la longitud del cuerpo), con una especie de codo y acabadas en un ángulo agudo. El pedúnculo caudal es grueso, y la aleta caudal presenta una mesca que forma dos lóbulos de borde cóncabo con extremos afilados. Los juveniles son de color pardo o gris claro, y los adultos negruzcos o gris oscuro; en la zona ventral presentan una gran mancha con forma de ancla de tonos claros, desde la garganta al ano, tras la aleta dorsal hay otra mancha con forma de silla de montar.
Su velocidad de crucero es de alrededor de 6 km/h, aunque pueden alcanzar los 45 km/h en caso de peligro. Pueden sumergirse a una profundidad entre 800 y 900m (se ha descubierto que se sumergen hasta los 1.200 metros), en busca de alimentos, aunque la mayoría de las inmersiones las realizan a 30-60 m de profundidad, siendo su consumo diario de 50 a 60 kg de calmares (Illex sp.) y bacalao (Gadus morhua), además de un amplio rango de otros peces.
A diferencia de otros cetáceos, como los zifios o los cachalotes, los calderones tropicales ascienden y descienden con rapidez, con inmersiones cortas de hasta 22 minutos.
Entre inmersión e inmersión realizan "un breve descanso" en la superficie que a veces no excede los 5 minutos para volver a realizar otra picada en las oscuras y frías aguas profundas a velocidades medias de entre 2 y 3 metros por segundo.
Encuentra sus presas en las profundidades gracias al melón tan prominente que tiene, que modo de sonar lo usa como ecolocalizador. Sus principales predadores naturales son las orcas y los tiburones, a menudo quedan varados grandes grupos en la costa siendo casi imposible devolverlos con vida al mar.
Se cree que son polígamos, con una estructura social bastante marcada. Escogen aguas cálidas para la reproducción, que aunque puede ocurrir en cualquier época del año, parece haber picos en verano y otoño. Algo parecido ocurre con los partos.
Fig. 6. Una matanza que desde luego es sangrienta y resulta ser un lamentable espectáculo al que nadie pone freno en este siglo XXI.
Parece ser que el factor determinante para alcanzar la madurez sexual es el tamaño corporal, y no la edad, tanto en machos como en hembras, alcanzándola éstas con una talla de 3,5-3,7 m, a los 6-7 años (los machos a los 12-14 años aprox.). Tras una gestación de 12-13 meses nace una cría que mide 1,7 m, sin dientes y pesa aproximadamente 75 Kg, que pasará un largo período de lactancia de 23 a 27 meses. El intervalo entre partos es largo, alrededor de 4,5-5 años, aunque las hembras más jóvenes pueden acortarlo y en ocasiones pueden quedar preñadas mientras aún producen leche para su cría anterior. Se cree que no es probable que hembras de más de 40 años puedan ser reproductivas.
Dadas las condiciones climáticas y geográficas de islas como las Feroe o las Shetland, la población local siempre ha tenido que recurrir a lo que la naturaleza tenía a bien ofrecerle para subsistir…y las ballenas piloto han sido uno de esos ofrecimientos naturales.
Fig.7. La caza de ballenas piloto en las Islas Feroe es una forma más de subsistencia que, además, está estrictamente regulada por las leyes locales.
La población feroesa ha consumido durante generaciones carne de ballena como parte de su dieta local. Sin embargo, recientes investigaciones han demostrado que, a causa de diversos procesos contaminantes, la carne de las ballenas piloto presenta un considerable contenido en mercurio que puede dañar seriamente el desarrollo neuronal de los niños que la consumen. Se trata, en definitiva, de otro indicador de la mala salud que viene mostrando en los últimos tiempos nuestro planeta (http://www.pbs.org/frontlineworld/stories/faroe605/).
El problema de la contaminación de los productos derivados de cetáceos y sus impactos a la salud humana no se restringe a Japón. El consumo de la carne, grasa y órganos de delfines calderón de aleta larga (Globicephala malaena) por parte de los habitantes de las Islas Faroe es igualmente preocupante, ya que esta especie ha sido identificada como una de las principales fuentes de organoclorados (COPs) y PCBs en la dieta de los faroeses.
Fig. 8. Cetáceo calderón con grandes concentraciones de organoclorados (COPs) y PCBs.
En este sentido, la presencia de Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs), es causa de especial preocupación debido a que son sustancias tóxicas que se acumulan en los tejidos de los animales y además son muy resistentes a los procesos naturales de degradación, es decir, persisten en el medio ambiente durante varios años antes de degradarse (Tabla 1). Debido a que los COPs tienen una alta solubilidad en las grasas, normalmente se presentan en mayores concentraciones en la carne y grasa animal, especialmente en la de los mamíferos marinos, proceso denominado ‘biomagnificación’.
Tabla 1: Tiempo de descomposición de materiales arrojados a ríos, arroyos y mares. Sommer, 2004.
La mayoría de los COPs no proceden de la naturaleza y son el resultado de actividades industriales, las que liberan grandes cantidades de contaminantes al medio ambiente. Debido a que recorren grandes distancias a través de los cauces de ríos, corrientes marinas y la atmósfera (donde ingresa el 98% de los COPs a los ecosistemas marinos), éstos son responsables de un problema de contaminación global.
En 1995, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) identificó una lista de 12 COPs como sustancias especialmente preocupantes de acuerdo al Principio de Precaución. El 100% de estas sustancias pertenecen al grupo de los organoclorados, entre los que figuran los bifeniles policlorinados (PCBs) y los pesticidas como el DDT, aldrin, y dieldrin.
Todos estos contaminantes están asociados a riesgos a la salud humana y han sido detectados en altas concentraciones en la carne, grasa y órganos de los mamíferos marinos, producto de los activos procesos de contaminación atmosférica y marina.
Actualmente, existen aproximadamente 1,2 millones de toneladas de PCBs en el planeta, de los cuales un 31% han sido vertidos en el medio ambiente. De ellos, un 20% de este total se encuentran en los océanos y un 11% en los ecosistemas terrestres.
Alrededor de 100,000 toneladas han sido vertidas en el atlántico norte, convirtiendo a este océano en el más contaminado con PCBs del planeta.
De acuerdo a estudios realizados en el lugar, la ingesta diaria de PCBs es dos veces superior a la ingesta diaria tolerable establecida por la Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos. Las muestras de tejido provenientes de delfines calderón de aleta larga (Globicephala malaena) también revelaron la presencia de altas concentraciones de plaguicidas como el DDT y su principal producto residual, el DDE; como también dieldrin, y lindano.
Adicionalmente, las concentraciones de mercurio y otros contaminantes son tan altos que el Instituto de Higiene de las Islas hizo un llamado a la población para restringir el consumo de delfines calderones.
Por otra parte, un estudio iniciado a finales de la década de los ochenta para evaluar las consecuencias neurológicas y conductuales a largo plazo del metil-mercurio en mujeres embarazadas y sus hijos, reveló que las madres presentan concentraciones constantes de metil-mercurio en el organismo debido al consumo habitual de peces; concentraciones altas ocasionales debido al consumo intermitente de delfines calderón de aleta larga; y exposición maternal a PCBs debido al consumo de grasa de delfín calderón. Posteriores análisis neuroconductuales realizados a los hijos de las mujeres analizadas, revelaron disfunciones en el lenguaje, grado de atención, memoria y desempeño de tareas visualesespaciales, daños auditivos y en menor grado, daños motrices.
En un intento por proteger la salud pública, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial para la Salud (OMS) han establecido límites de ingestión aceptables para diversas sustancias tóxicas, conocidos como Ingestión Diaria Admisible (IDA) e Ingestión Semanal Tolerable Provisional (ISTP). De acuerdo a la FAO/OMS, el consumo de productos contaminados que no excedan los límites establecidos, no debería representar un riesgo para la salud humana durante el ciclo de vida. Tanto la IDA como la ISTP se refieren a la cantidad máxima de miligramos de sustancia química – que podría ser consumida con relativa seguridad – por kilogramo de peso corporal (µg/kg).
Tabla 2. Valores de ingestión diaria admisible (IDA) para organoclorados – FAO/OMS. Fuente: Centro de Conservación Cetácea, 2003.
Los valores IDA establecidos para ciertos organoclorados han sido comparados a las concentraciones de organoclorados encontrados en la dieta de los consumidores de productos de delfín calderón. Por ejemplo, estudios realizados en las Islas Faroe revelaron que el consumo diario estimado de dieldrin (0.3 µg/kg/día), sobrepasa el valor IDA establecido por la FAO/OMS (Tabla 2).
Por otra parte, diversas naciones preocupadas por las altas concentraciones de COPs en los productos marinos y los problemas de salud asociados a su consumo, han implementado valores de ingestión admisibles, que pueden ser comparados a las concentraciones de toxinas encontradas en la grasa de diversas especies de cetáceos (Tabla 3).
Tabla 3.: Valores de ingestión admisibles, que pueden ser comparados a las concentraciones de toxinas encontradas en la grasa de diversas especies de cetáceos. Fuente: Centro de Conservación Cetácea, 2003.
La ignorancia de la humanidad está poniendo los cetáceos calderón de la Isla Feroe en peligro. Hemos creado este problema debido a la falsa impresión que los cetáceos son infinitos y que los océanos deben disolver, absorber, purificar y que vuelva inocuo todo lo que la humanidad produce.
El caso de la ballena calderón nos permite ilustrar las implicaciones económicas y ecológicas de la explotación de recursos renovables libre o públicos, en especial, ilustrar diferentes externalidades negativas vinculadas con está matanza.
La humanidad esta descubriendo de la peor manera que los océanos no son infinitos ni muchos menos invulnerables. Aparte del hombre, los cetáceo calderón son la única especie que aún migra libremente por los océanos de este planeta y ocupan un lugar importante en la estructura y el funcionamiento de los mares y océanos. Gran parte de estos animales son el último eslabón de las complejas cadenas alimenticias y en consecuencia pueden servir como indicadores de la salud de todo un ecosistema. Además son mamíferos ciertamente misteriosos e interesantes, ya que se ignoran muchas cosas acerca de ellos.
Los problemas alarmantes que enfrentan muchas poblaciones de ballenas delfines y marsopas reflejan la gravedad de la crisis que enfrentan los océanos. No sólo las especies y poblaciones tales como la ballena franca en el Atlántico Norte, la Vaquita o la ballena gris en el Pacífico Occidental se enfrenta a una posible extinción en este siglo, sino tambien a las poblaciones de peces, (actualmente, más del 70 por ciento de las poblaciones mundiales de peces están o cerca de la sobreexplotación, sobreexplotados o en recuperación). Algunas poblaciones de peces que se suponían inagotables como el bacalao de Terranova, casi han desaparecido y no muestran signos de recuperación. Por todo el mundo, los ecosistemas marinos se están degradando y en algunos casos han sufrido grandes cambios que afectan a su funcionamiento.
Cada vez más los ciéntificos están recomendando el establecimiento de reservas marinas, áreas donde no estan permitidas las capturas, con el objetivo de reparar el daño hecho durante decadas por la sobrepesca. Japón argumenta que es necesario matar a más ballenas que hasta ahora para probar que son ellos los responsables de la disminución de las reservas pesqueras.
Existen trabajos cientificos en los cuales no se encuentra indicios de que se superpongan los caladeros y las zonas donde se alimentan las ballenas. Estos mamíferos comen además fundamentalmente plancton, calamares de aguas profundas y pequeños cangrejos.
Los cetáceos tienen una capacidad casi increíble de enriquecer las vidas de las personas con las que llegan a entrar en contacto pacífico. Ejercen una atracción universal única sobre el espíritu humano. Son incomparables generadores de asombro y admiración. Existe una mística a su alrededor que inspira un sentido de maravilla y felicidad en personas de todas las razas y nacionalidades, algo que ningún otro grupo animal ha llegado a igualar con tal magnitud. Los cetáceos ejercen tal fascinación en la gente que se han transformado en poderosas herramientas para la educación de personas de todas las edades. Además, parecen tener una afinidad especial por los seres humanos.
A pesar de su tamaño y fuerza amenazadores, y a pesar de siglos de haber sido víctimas de la depredación humana, las ballenas en su ambiente natural demuestran una y otra vez ser excepcionalmente tolerantes de la proximidad de los humanos, y no sólo toleran sino que además muchas veces inician deliberadamente interacciones positivas con las personas.
El espacio vital de las ballenas, alcontrario del de los animales terrestres, no está delineado por límites nacionales claramente definidos. Sus territorios pertenecen en buena medida a la globalidad de las naciones: son los mares del mundo que no pertenecen a ninguna nación en particular, constituyendo un recurso especialmente global. Así, las ballenas se encuentran bajo el control internacional, y dado que legalmente no son un recurso de ningún país, ninguna nación puede reclamar el derecho moral de matarlas (Tab.:4). Las decisiones sobre la explotación o la protección de las ballenas lógica y legalmente deben ser tomadas a través de un organismo internacional como la Comisión Ballenera Internacional.
Luchar por la conservación y supervivencia de las especies, sin importar su belleza o porte es, ni más ni menos, pelear por nuestro presente y futuro. Es una tarea monumental que persigue la propia supervivencia del ser humano.
……lo que le suceda a los animales también le sucederá al hombre. Todo va enlazado. Deben enseñarle a sus hijos que el suelo que pisan son las cenizas de nuestros abuelos. Inculquen a sus hijos que la tierra está enriquecida con la vida de nuestros semejantes a fin de que sepan respetarla. Enseñen a sus hijos que nosotros hemos enseñado a los nuestros que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, se escupen a sí mismos. Esto sabemos-: La tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la tierra. Esto sabemos, todo va enlazado, como la sangre que une a una familia. Todo va enlazado. Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra. El hombre no tejió la trama de la vida; él es sólo un hilo. Lo que hace con la trama se lo hace a sí mismo.
Carta del jefé indio seattle, al senor Franklin Pierce, Presidente de Estados Unidos.
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