Por Dr. José Carlos Corbatta
Los principales problemas ambientales urbanos están dados por la carencia de infraestructura, anomalías de saneamiento, dificultades con la construcción o aplicación de marcos legales, falta de criterios de control e irresponsabilidad en la búsqueda de la calidad de vida.
Sin lugar a dudas, la crisis por la que atraviesa el Planeta nos compromete a desarrollar políticas sustentables, donde el ingenio siempre abusa de la capacidad para orquestar la estrategia que nos permita adelantarnos a las consecuencias nefastas, o simplemente a sobrellevar el arqueo de la problemática ambiental.
Todos somos parte en el común hogar y de todos depende la supervivencia o la catástrofe ecológica mundial. Para evitar esta ultima, se han desarrollado políticas ambientales que en nuestro país datan de los inicios de la década de los 70 (por inspiración del Gral. Juan D. Perón, para quien la ecología no era un problema, sino el problema).
En pos de una orientación, señalamos que tres grandes problemas azotan nuestro medio local: el crítico estado del agua, el enrarecimiento del aire, y la recolección, tratamiento y disposición final de nuestros residuos.
Decimos "nuestros residuos" porque nosotros los generamos irresponsablemente y en cantidad inusitada, motivo de la pésima educación en cuanto al consumo de productos y manufacturas, al par de una falta de información sobre la índole de los problemas que traen aparejado los mismos para la ciudad y nosotros (sus habitantes).
Hoy por hoy, debemos procurar en los municipios la "calidad de vida" que refleje la satisfacción por entero del bien común que es propio de cada Estado como Nación jurídicamente organizada. Así se llega a un concepto de máxima "bienestar general de la población" a través de una expresión mínima "municipalización de la gestión del ambiente".
La basurología (estudio de la basura), nos da el cálculo de nuestro consumo y de la mezcla de los residuos, siendo fácil detectar en nuestro medio local y dentro de una misma bolsa, residuos domiciliarios, especiales, patogénicos (hospitalarios) e industriales, los que en su conjunto aumentan el grado de contaminación del medio.
A esta realidad, se le suman 2 (dos) connotaciones de parte del habitante:
1) Nadie deja de producir basura; y
2) No nos hacemos cargo de las mismas en nuestros hogares.
La respuesta inmediata la ofrece el Municipio, quien se hace cargo de aquellas para que la salubridad reine entre sus habitantes.
La regularidad (conformidad con las reglas) en la recolección de basuras, es la herramienta fundamental que impide que la salud se sojuzgue a manos de los factores y vectores de la contaminación. No existe calidad de vida en una ciudad sucia, contaminada y desordenada.
Los principales problemas ambientales urbanos están dados por la carencia de infraestructura, anomalías de saneamiento, dificultades con la construcción o aplicación de marcos legales, falta de criterios de control e irresponsabilidad en la búsqueda de la calidad de vida.
Es muy importante recordar que nuestra Ciudad de Bahía Blanca se encuentra dentro de una Provincia que comprende 307.571 Km2 y casi el 39% de la población del país, con una densidad de población de 44 hab./Km2 y que en la Provincia de Buenos Aires existen tres tipos esquemáticos de municipios a saber: a) de industrialización amplia: comprenden los 19 partidos del Conurbano, a los que se agregan unos 10 partidos más (donde se incluye a Bahía Blanca); b) de industrialización media: comprende 10 partidos; y c) de industrialización baja o nula: el resto de los 127 partidos. Aunque actualmente los municipios se encuentran con necesidades importantes de infraestructura y control al mismo tiempo que enfrentan restricciones presupuestarias importantes, no debemos resignar el "objetivo ambiental" ni la municipalización de la completa gestión del ambiente.
Nuestros impuestos son la contraprestación frente a un servicio que efectivamente debe prestarse, porque la responsabilidad emergente del daño ambiental no se negocia ni se relega. Advertimos de esta particular circunstancia que seguro se traducirá en otro reclamo social, amparado por la carta fundamental Provincial (Art. 28) y la Constitución Nacional (Art. 41).
"Si queréis saber cómo habita el alma en el cuerpo, os bastará observar cómo usa el cuerpo de su cotidiana habitación: si ésta es desordenada y confusa, desordenado y confuso será el cuerpo poseído por el alma". Leonardo Da Vinci.
*Dr. José Carlos Corbatta
corbattajc@infovia.com.ar
Abogado. Docente, dicta cursos y seminarios.
Autor del libro "La ecología según Leonardo". E.I.A.