Por Arnoldo Villagrán
Hace tiempo que se conoce de la peligrosidad de sustancias inorgánicas altamente tóxicas, como el mercurio, el arsénico y el plomo. Este tipo de contaminación, se puede medir y observar ampliamente en los ríos Chinautla y las Vacas, que al desembocar en el Motagua, contamina las riberas de todas las poblaciones que recorre, hasta desembocar en el océano Atlántico.
Existen muchas imprecisiones respecto al problema de la contaminación del Río Motagua; supuestamente por la hidroeléctrica del río Las Vacas, pero el problema se debe abordar con mucho más seriedad. En el tratamiento que el Ministerio de Ambiente le ha dado al problema, se deja
entrever también, la lucha entre Gobierno y el sector empresarial por el tema de la producción y distribución de
la energía eléctrica, lo que constituye el telón de fondo del problema.
Independientemente que la empresa haya violado algunos compromisos asumidos con el Estado, no significa que sea
la única culpable por el daño al medio ambiente. El interés tampoco es hacer una defensa oficiosa de los empresarios, pero es necesario, conocer más el fondo del problema, que trasciende los aspectos técnicos, y políticos, para conocer uno de los mas grandes y viejos problemas de degradación ambiental existentes en nuestro país.
Hace seis años, en San Antonio las Flores, municipio de Chinautla, departamento de Guatemala, se inició la construcción de una hidroeléctrica, con inversión de conocidos empresarios. El embalse capta el caudal del río Las Vacas. Dicha represa retiene y acumula la mayoría de deshechos sólidos: envases plásticos, neumáticos, restos orgánicos, etc. que son arrastrados por el río, y que ya no desembocan en el Río Motagua, lo que constituye un beneficio. Sin embargo, continúa la presencia de contaminación por agentes químicos vertidos en el agua. En la represa, existe un sistema de rejas, que separan los cuerpos y desechos sólidos, no permitiendo que penetren a un túnel, de 1.4 mts de ancho y que por 7 kilómetros conduce el agua hacia las turbinas, para la generación de energía eléctrica.
En el aspecto ambiental, la empresa considera que no habrá ningún impacto negativo de la obra, porque se ha iniciado un plan para la reforestación completa del área de la represa (3 caballerías), con especies del lugar, que mantendrá el equilibrio ecológico. Ese plan de reforestación contribuirá a mediano plazo a mejorar las condiciones del terreno erosionado, equilibrando el ecosistema en alguna medida atrayendo a las especies de fauna que han emigrado. Crea además efectos secundarios no necesariamente ambientales, ya que la carretera que conduce a la población y posteriormente al proyecto, será mejorada, por lo tanto incidirá en la circulación de vehículos y personas, de y hacia la capital.
Chinautla y Chuarrancho, son irrigados por los ríos Chinautla y las Vacas; éste último se une con el río Plátanos para desembocar en el Motagua. Desde hace décadas se conoce el alto grado de contaminación de estos afluentes, con materias como microorganismos, productos químicos, residuos industriales y de otros tipos; o aguas residuales al haberse convertido en los grandes desagües de la ciudad capital de Guatemala y municipios periféricos; así como los deshechos de las actividades industriales. Estas materias deterioran la calidad del agua y la hacen inútil para el uso doméstico, agrícola o animal.
Los principales contaminantes son las aguas residuales y otros cuerpos que demandan oxígeno; los que en su mayor parte son materia orgánica, cuya descomposición produce la desoxigenación del agua. Agentes infecciosos como nutrientes vegetales, pueden estimular el crecimiento de las plantas acuáticas, las que a su vez, interfieren con los usos a los que se destina el agua y, al descomponerse, agotan el oxígeno disuelto y producen olores desagradables. Los principales nutrientes, provienen de los desechos vertidos a los desagües, por las actividades de un conocido beneficio de café, en la zona 6 de la ciudad. También las aguas contienen productos químicos, incluyendo los pesticidas, diversos productos industriales, las sustancias tensioactivas contenidas en los detergentes, y los productos de la descomposición de otros compuestos orgánicos.
La eutrofización, que se produce cuando el agua se enriquece de modo artificial con nutrientes, genera un crecimiento anormal de las plantas y los fertilizantes químicos arrastrados por el agua desde los campos de cultivo pueden ser los responsables. El proceso de eutrofización puede ocasionar problemas estéticos, como mal sabor y olor, y un cúmulo de algas o verdín desagradable a la vista, así como un crecimiento denso de las plantas con raíces, el agotamiento del oxígeno en las aguas más profundas y la acumulación de sedimentos en el fondo de los ríos, así como otros cambios químicos, tales como la precipitación del carbonato de calcio en las aguas duras.
Se encuentran también los derivados de petróleo, especialmente el procedente de los vertidos accidentales. Minerales inorgánicos y compuestos químicos, como los sedimentos formados por partículas del suelo y minerales arrastrados por las tormentas y la erosión; los suelos sin protección, las explotaciones mineras, las carreteras y los derribos urbanos. Se agregan las sustancias radiactivas procedentes del uso industrial, médico y científico, provenientes de los desechos de hospitales nacionales y privados, así como de las diferentes clínicas radiológicas y laboratorios bioquímicos. El calor también puede ser considerado un contaminante cuando el vertido del agua empleada para la refrigeración de las fábricas, hace subir la temperatura del agua de la que se abastecen.
Entre los efectos de la contaminación del agua se incluyen los relacionados con la salud humana, como trastornos gastrointestinales, enfermedades respiratorias y de la piel. La presencia de nitratos (sales de ácido nítrico) en el agua puede producir enfermedades infantiles que en ocasiones son mortales. El cadmio presente en los fertilizantes derivados del cieno o lodo puede ser absorbido por las cosechas; de ser ingerido en cantidad suficiente, el metal puede producir un trastorno diarreico agudo, así como lesiones en el hígado y los riñones. Hace tiempo que se conoce de la peligrosidad de sustancias inorgánicas altamente tóxicas, como el mercurio, el arsénico y el plomo. Este tipo de contaminación, se puede medir y observar ampliamente en los ríos Chinautla y las Vacas, que al desembocar en el Motagua, contamina las riberas de todas las poblaciones que recorre, hasta desembocar en el océano Atlántico.
El manejo de los residuos sólidos por medio de plantas de tratamiento, no ha sido prioridad para los gobiernos; a pesar de ser un problema ambiental y de salud. Por ese motivo y muy cercano a la capital, agoniza inexorablemente el lago de Amatitlán; de igual manera los lagos Petén Itzá, Atitlán, Izabal y la Laguna de los Pinos. Víctimas de la falta de una estrategia ambiental y políticas de salud preventiva; así como educación y formación relacionada con el tema. El Gobierno no trasciende de los diagnósticos y las matrices; las municipalidades aducen falta de recursos financieros y buscan donaciones para su establecimiento, a fin de no (1) asumir el costo político de cobrar una tarifa; la iniciativa privada es débil empresarialmente, pues la actividad se realiza por microempresarios que trabajan ineficientemente; por su parte, la comunidad no tiene cultura sobre el tratamiento de desechos sólidos, y la falta de recolección pública incide negativamente, ya que gran parte de la población no tiene capacidad de pago.
Asimismo, la ausencia de coordinación interinstitucional, la falta de planificación y el incumplimiento de las leyes y normas que definen las funciones de cada institución, impiden conocer las necesidades de recursos humanos, técnicos, físicos y financieros, dificultan la prestación de asistencia técnica y otorgamiento de crédito a los municipios, y entorpecen el control de impactos, causados por los residuos sólidos al ambiente y a la salud.
"En el marco legal, existe una serie de leyes, códigos, reglamentos y otros instrumentos dispersos, lo cual provoca una problemática en cuanto a la aplicación de las leyes, las limitaciones de la legislación y de los mecanismos de control, la variabilidad de parámetros para establecer sanciones, los conflictos entre normativas jurídicas y los vacíos en la legislación existente" (2). Respecto a los recursos humanos capacitados, no existe todo el personal que pueda hacerse cargo de los sistemas de manejo de residuos sólidos en el ámbito operativo, administrativo y profesional en las instituciones.
La degradación ambiental en Guatemala, es uno de los graves problemas que debería estar presente en la Agenda de Gobierno y convertirse en política de Estado. Actualmente funciona un ministerio sin recursos suficientes ni estrategias para enfrentar ese flagelo. Estos problemas se manifiestan de diversas maneras y en diferentes formas. En casi todas las actividades humanas, está de por medio la agresión y el irrespeto por el ambiente.
La degradación ambiental atraviesa todas las actividades humanas; donde la solución debe ser asumida de manera integral, por el Gobierno en su conjunto, desarrollando políticas públicas que se conviertan en estrategias a largo plazo, para resolver problemas que vienen desde hace décadas. El problema tiene que ver con la agricultura, las comunicaciones, el comercio, la vivienda, la salud, los transportes, la defensa, las finanzas, la economía y la política.-EcoPortal.net
Fuentes
(1) Comisión Nacional del Medio Ambiente. Análisis de la problemática de los desechos sólidos. Tomado de la página de internet de CONAMA
(2) ídem