Por Dr. M. Sommer
La tarea mas urgente es examinar como ordenar la pesca con un enfoque que garantice el uso sostenible de los alimentos marinos para el beneficio de las generaciones presentes y futuras, sin perjudicar la capacidad de los ecosistemas para sostener la vida humana.
Se impone hablar con claridad, pues la mejor forma de esconder la verdad es hablar sin sencillez.
26.09.2001 "La decisión por la cual la delegación uruguaya ante la "Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo" aceptó rebajar al 35% su cuota parte en la captura de merluza que realiza conjuntamente con Argentina, se realizo en forma "inconsulta con la Cancillería y el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca", dijeron voceros del sector privado, al tiempo que denunciaron que por esa razón la "soberanía pesquera ha sido irreversiblemente dañada".
El acuerdo alcanzado con Argentina implica que Uruguay recibirá solamente el 35% de lo capturado, Argentina el 55%, y el 10% SE LO RESERVARA LA Comisión. Las fuentes resaltaron que este compromiso significa no menos de 25 millones de dólares anuales de pérdida en exportaciones. "Las actuales resoluciones representan un pérdida del patrimonio nacional que surge de la renuncia a un importante porcentaje de nuestra riqueza ictícola, creando además antecedentes que afecten los derechos adquiridos en un lapso de 25 años y comprometen el futuro del sector pesquero".
La Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) informó que en 1989 la flota pesquera total en América Latina ascendía a mas de 9000 embarcaciones (FAO, 1997). Según el análisis mas reciente, la flota ha venido aumentando a una tasa anual de un 5 por ciento durante la ultima década. El sector pesquero encara crecientes problemas, entre los que se cuentan el agotamiento de las reservas pesqueras, la sobrecapitalización y el cierre de plantas, la degradación del hábitat, el incumplimiento de los reglamentos de manejo y las prácticas ilícitas, así como la competencia cada vez mayor entre las flotas industriales e artesanales.
La tarea mas urgente es examinar como ordenar la pesca con un enfoque que garantice el uso sostenible de los alimentos marinos para el beneficio de las generaciones presentes y futuras, sin perjudicar la capacidad de los ecosistemas para sostener la vida humana.
Los usos del océano y el acceso marítimo han constituido cuestiones centrales para el desarrollo económico y político del Argentina y el Uruguay, desde la época colonial y las primeras expediciones científicas hasta la expansión contemporánea del comercio marítimo y de la producción de minerales a distancia de la costa.
El ultimo siglo ha sido testigo de una importante transición a partir del concepto de libre acceso en cuanto a la abundancia de los océanos se refiere, a las nuevas disposiciones de los derechos del Mar que constituyen el fundamento de los océanos administrativos tanto a nivel nacional como internacional.
El explosivo aumento de la capacidad de la flota pesquera que actúa en el mar argentino y uruguayo ha conducido a una situación de sobreexplotación de su principal especie, la merluza hubbsi, llevándola al borde del colapso. Las principales especies de esas aguas son la merluza hubbsi, la polaca, la merluza de cola, la corvina, el abadejo y la anchoita. Entre los moluscos se destaca el calamar illex y entre los crustáceos el langostino.
La posibilidad de expansión de este tan importante sector económico está sustentada por el rendimiento biológico potencial que representa las aproximadamente 300 especies de peces que habitan las aguas uruguayas-argentinas.
En 1995, las capturas de abadejo, caballa, corvina, lenguado, merluza austral, merluza hubbsi, merluza negra, pescadilla y polaca superaron el limite de captura máxima permisible. En 1995 la captura realizada supero en con 44,3 por ciento a la captura máxima permisible (398.000 T.M: la permisible y 574.314 T.M.: la realizada), mientras que en 1996 se capturaron 589.765,7 toneladas, es decir un 48 por ciento mas de lo permitido.
En el año 2000 el Instituto Nacional de Desarrollo Pesquero (Inidep) de Argentina, recomendó prohibir inmediatamente "la pesca de merluza común o hubbsi durante el 2000", pues la especie se encontraba en una situación "crítica", fruto de la depredación y la sobrepesca. La MERLUZA COMUN se trata del principal recurso comercial de las aguas argentina-uruguayas. Entre 1993 y hoy, la biomasa de esta especie cayó a niveles alarmantes en ambos países, lo que motivo reiteradas vedas -luego levantadas- y acciones concretas de organismos ecológicos internacionales.
Como parámetro de máxima tolerancia, los científicos del INIDEP sugieren en el informe capturas inferiores a las 110.000 toneladas para ese año. "El problema es que ya se llevaba en marzo del 2000, pescadas 55.000 toneladas y a este ritmo se llegaría al tope, a mas tardar, dentro de los dos meses siguientes; es como si hubiesen salido a pescar todos juntos porque sabían que se acababa".
El sector pesquero frente a las costas de Argentina y Uruguay es el sector pesquero de mas rápida expansión en el mundo. Los efectos de las capturas accidentales sobre la BIODIVERSIDAD marina y la sostenibilidad pesquera constituyen también una preocupación. Dada la dependencia del sector pesquero de América Latina de los mercados de los países industrializados, donde la demanda es fuerte, cabe esperar que la presión sobre las reservas pesqueras continuara aumentando. La capacidad de aplicar las ciencias marinas para manejar los recursos costeros y marinos, las políticas, reglamentos e instituciones destinados a el Manejo de las zonas costeras y marinas están rezagados en cuanto a otros aspectos del manejo de los recursos naturales.
En muchos casos, este rezago refleja una falta de concientización con respecto al patrimonio costero y marino de la región y a su contribución al bienestar económico nacional.
Se debería de "defender el recurso a muerte", pese a las presiones empresariales hechas en el Uruguay sobre los especialistas Oceanógrafos INAPE. En la problemática pesquera se cruzan dos variantes fundamentales. Por un lado, la salud de un recurso marítimo que actualmente muestra signos vitales casi imperceptibles y, por el otro, la supervivencia de las personas que dependen económicamente de la pesca.
La fauna acuática debe ser protegida, para evitar que el abuso y la depredación conviertan a la pesca en una actividad reñida con la naturaleza. Los fines primordiales es la protección del ecosistema marino en el MERCOSUR, la ayuda económica a la gente afectada por la disminución del recurso y una reestructuración de la flota, deberían ser las metas de un DESARROLLO SOSTENIBLE EN LA REGION.
El accionar del hombre fue siempre insignificante, comparado con la magnitud del ecosistema marino; todo era compensado por la naturaleza. El mar y la atmósfera se comportaban como infinitos, deglutiendo los subproductos indeseables de la actividad humana. Pero, nos volvimos demasiados poderosos. Somos muchos y manejamos energías capaces de alterar equilibrios naturales. El uso racional y el manejo de ecosistemas esta en primera línea desde hace años. Pero para que y como se maneja un arrecife de coral?, todavía esta por verse.
El fundamento integrador de la ecología, el hecho que sea la ciencia del ambiente o de las interfaces disciplinarias que tienen que ver con el funcionamiento de los sistemas marinos. Como, cuanto y porque el manejo de los ecosistemas son preguntas fundamentalmente asociadas al plano de los cientistas sociales, he aquí que lo que antes se conocía como "ecología aplicada" es ahora materia puramente ecológica. La opción esta presente "ecología" debería ser el puente entre ciencia-industria pesquera-sociedad.
La política pesquera vigente ha sido criticada en varios proyectos de demostración que afirman que no favorece adecuadamente a una pesca SOSTENIBLE, sobre todo a: el sistema de contingentes, no ha conseguido impedir la disminución de las poblaciones de peces porque interviene a posteriori y con frecuencia demasiado tarde, cuando ya se esta produciendo el proceso de desaparición. Las amenazas de la pesca industrial para la biodiversidad marina y aviar.
Una perspectiva en el desarrollo sostenible de la pesca es considerar el ecosistema en la gerencia de las industrias pesqueras. Los principios fundamentales de la ordenación de la pesca basada en el ecosistema son una ampliación de los principios convencionales para el fomento de la pesca sostenible que tiene por objeto abarcar el ecosistema en su conjunto. Su finalidad es asegurar que, a pesar de la variabilidad, la incertidumbre y los probables cambios naturales en el ecosistema, la capacidad de los ecosistemas acuáticos para producir alimentos, ingresos, empleos y, de forma mas general otros servicios y medios de subsistencia esenciales se mantenga indefinidamente en beneficio de las generaciones presentes y futuras.
La consecuencia principal es la necesidad de tener en cuenta tanto el bienestar humano como las buenas condiciones del ecosistema. Esto entraña la conservación de las estructuras, procesos e interacciones del ecosistema mediante su utilización sostenible. Para ello es necesario examinar una serie de objetivos que con frecuencia se oponen entre si y puede que el consenso necesario se consiga sin una distribución equitativa de los beneficios.
La ordenación pesquera convencional se centra en una sola especie o población y supone por lo general que la productividad de esta depende únicamente de las características intrínsecas de su dinámica de población. Sin embargo incluso en el contexto de ese paradigma, la ordenación pesquera solo ha tenido un éxito parcial, en el mejor de los casos, y han surgido problemas importantes a causa de la incertidumbre en cuanto a la situación y la dinámica de la población, la tendencia a dar prioridad a las necesidades sociales y económicas a corto plazo a expensas de la sostenibilidad de la población a mas largo plazo, una definición insuficiente de los objetivos, y deficiencias institucionales, especialmente en relación con la ausencia de derechos a largo plazo entre las principales partes interesadas y los diferentes procesos y estructuras de adopción de decisiones.
REQUIERE UNA VISION MAS AMPLIA DEL MEDIO AMBIENTE QUE LA SIMPLE INCORPORACION DE OBJETIVOS ECOLOGICOS EN LA GESTION DE LA PESCA.
Dr. M. Sommer.
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