Un ejemplo claro de ello es que la comunidad Las Cuchillas, en la isla de Ometepe, casi queda fuera del programa Una Computadora por Niño, de la Fundación Zamora Terán, por no tener acceso a tan importante servicio.
La anécdota la cuenta Carla Estrada, gerente de Proyectos de Grid Alternatives, organización que desde el año 2009 se dedica a instalar sistemas fotovoltaicos en escuelas y centros de salud de zonas rurales del país.
Según Estrada, los 40 niños y niñas de primaria que cuentan con las computadoras XO en la comunidad Las Cuchillas, pueden ocuparlas plenamente en su proceso formativo, gracias al sistema fotovoltaico que les permite mantener cargadas las baterías de los equipos.
“Ellos (los pobladores) nos buscaron para que les instaláramos un sistema fotovoltaico en la escuela de la comunidad”, relató, y agregó que hasta la fecha, Grid Alternatives ha instalado 16 sistemas fotovoltaicos en comunidades rurales de Rivas, Granada, Boaco y Matagalpa.
FUNCIONALIDAD
Cada sistema fotovoltaico cuenta con 6 paneles solares, cada uno de 230 watts, más un banco de batería, un inversor y un controlador de carga. Todo esto, dijo Estrada, tiene un costo de entre US$8,000 y US$10,000, dinero que es donado por organizaciones estadounidenses.
Indicó que en cada comunidad se forma un comité de energía, cuyos miembros son capacitados en la instalación, uso y mantenimientos de los sistemas fotovoltaicos, aunque todo el proceso es guiado por técnicos y voluntarios que llegan de Estados Unidos.
Como cada sistema tiene una capacidad de más 1,000 watts, permiten la conexión de 10 computadoras laptop o una refrigeradora pequeña, más 16 bujías LED ahorrativas y 20 celulares. “Todo eso al mismo tiempo y durante el día”, explicó la gerente de Proyectos de Grid Alternatives. “MUJERES DEL SOL”
Este año, Grid Alternatives está convocando a 10 mujeres a las que les interese el trabajo en energías renovables, para participar voluntariamente en la instalación de un sistema fotovoltaico en la comunidad El Guaylo, municipio San Juan de Limay, Estelí, proyecto que han denominado “Mujeres del Sol”.
Estrada afirmó que aunque hay universidades que ofrecen carreras o especializaciones en energías renovables, las oportunidades de instalación son muy escasas, por lo que la prioridad en esta convocatoria son mujeres estudiantes.
“Los que más participan (en el trabajo de energías renovables) son hombres, pero la organización quiere darle oportunidad a mujeres para que pongan en práctica los conocimientos adquiridos”, destacó.
En la comunidad El Guaylo hay 261 personas que viven en 58 casas, y en la mayoría de los hogares utilizan lámparas a gas para alumbrarse en la noche, o bien linternas que necesitan baterías AAA que deben ser reemplazadas cada dos semanas.
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