Póngale un tapón de corcho

Por Tanya Peterson*

Los tapones de plástico y las tapas de enroscar como alternativa a los de corcho natural podrían conducir a la desaparición de los bosques mediterráneos del roble de corcho y de las comunidades rurales y la vida silvestre que dependen de ellos.

Miguel Cabecana es un cortador de corcho. Por 21 años ha pasado sus veranos en los bosques del árbol de corcho de Portugal (Querus suber). Se ha dedicado a pelar la corteza de corcho de los árboles. Al contrario de cierta publicidad, ni un solo árbol se tala para obtener el corcho. La extracción del corcho es uno de los procedimientos de cosecha más amigables del mundo.

La cosecha del corcho es un trabajo que requiere mucha habilidad. Hasta las mismas hachas son especialmente diseñadas. Los cortadores hacen incisiones muy precisas en la corteza y luego la pelan del árbol, como pelar una banana. Un trabajador de experiencia recoge hasta 600 Kg. de corcho por día, y Miguel ciertamente pertenece a ese grupo. Después de la cosecha, al árbol se le pinta un gran número blanco para indicar cuándo fue la última vez que fue pelado. A los árboles se les deja nueve años para permitir que vuelva a crecerles la corteza y se comienza nuevamente el ciclo.

La industria del corcho es vital para el Mediterráneo, pues suple más del 99 por ciento del corcho que se consume en el mundo. Portugal, hogar de una tercera parte de los árboles de corcho del globo, es el mayor productor, y en algunas aldeas portuguesas, tales como Luzianes, el 80 por ciento de la población depende del corcho para su subsistencia.

La parte más importante del mercado del corcho es la producción de tapones. Más de 15 millardos se fabrican cada año para el mercado internacional del vino, que representa el 80 por ciento del valor de la cosecha de corcho. Otros productos de corcho, tales como baldosas, material de aislamiento y productos para aplicaciones industriales se fabrican casi por completo del reciclaje del desperdicio de la fabricación de tapones. Así, los tapones son la espina dorsal de toda la economía del bosque del árbol de corcho.

"El vino oporto es el embajador de Portugal, pero los tapones de corcho representan para el país más en valor de exportación que el vino", dice Alvaro Cavaleiro, Director de APCOR, la asociación portuguesa del corcho. "Tenemos unos 12.000 trabajadores directos en esta industria y, por ejemplo, en nuestro distrito del norte, el 50% de nuestra economía se basa en el corcho". Como ejemplo de la importancia de la industria del tapón de corcho, una fábrica portuguesa, la Subacentro, emplea 220 personas y produce más de un millón de tapones trabajando un turno de ocho horas.
Los bosques del árbol de corcho mantienen a más que la gente directamente involucrada en la industria del tapón. En el pequeño pueblo de Odemira, Alcinda Catarina Jacinto ha fabricado queso toda su vida. Compran la leche de granjeros locales. Leche de ovejas y cabras que pastan bajo los árboles de corcho. Otros habitantes recogen la miel de las colmenas en los bosques; las bellotas del árbol de corcho sirven como alimento de ganado y las fresas, frambuesas y otras frutas que crecen en la hierba y los matorrales sirven para otros productos locales. Los bosques se llaman montados en portugués y son una singular mezcla integrada de agricultura, silvicultura y pastoreo.

Los bosques son también el hogar de una rica variedad de vida silvestre, incluyendo especies en peligro de extinción tales como el felino más raro del mundo, el lince ibérico (Lynx pardinus) y el águila imperial ibérica (Aquila heliaca) de España y Portugal, y el ciervo de Berbería (Cervus elaphus barbarus) en Tunisia. Además, toda la población europea de grullas pasa los inviernos en los bosques del árboles de corcho de España y Portugal.

Las tapas de rosca amenazan

La cosecha del corcho ha sido un modo de vivir en el Mediterráneo durante por lo menos mil años. Los bosques son ancianos, pues un árbol puede vivir hasta 600 años. Pero la llegada de tapones de plástico y tapas de enroscar como alternativa del corcho natural es una amenaza a los bosques del árbol de corcho y la gente y vida silvestre que dependen de ellos.

Sigue aumentando el uso de tapones sintéticos y de enroscar. Actualmente se estima que representa un ocho por ciento de la producción anual de tapas. Si la tendencia del mercado continúa, esta cifra podría llegar a más del 30 por ciento en años venideros. Y se teme que si esto sucediera, los bosques de corcho desaparecerán y con ellos una singular cultura y un patrimonio nacional.

La ecuación es sencilla: sin una continua demanda por el corcho, los bosques pierden su valor económico poniendo su sobrevivencia en entredicho. Esto se agrava porque la gente, especialmente la juventud, está abandonando el campo. Hace treinta años 3.000 personas vivían en Luzianes. Hoy hay apenas 700.

Cuando la población abandona el campo, los montados se desmoronan. Por ejemplo, sin ganado para pastar, la hierba crece más alta y la maleza invade la pradera, volviéndose más combustible para los incendios problema sumamente serio en la región del Mediterráneo en donde anualmente entre 600.000 y 800.000 hectáreas de bosque, un área equivalente a la de Creta o Córcega, quedan destruidas por el fuego. La invasión de la maleza también conduce a la pérdida de la biodiversidad y, crucialmente, la pérdida de hábitat para especies en peligro y de la cadena de alimentos del que dependen. Por ejemplo, la pérdida de pastos significa la pérdida de hábitat de conejos de los que casi exclusivamente se alimenta el lince ibérico.

En muchos casos, los bosques del árbol de corcho se están reemplazando con otras formas de agricultura y silvicultura menos amigables al ambiente. A medida que las comunidades locales tratan de hallar fuentes alternativas de ingresos, y se aprovechan de los subsidios de la Unión Europea que provocan daños al ambiente, grandes expansiones de tierra que antaño eran bosques mediterráneos son hoy plantaciones. Estas incluyen plantaciones de eucalipto y pino que, a diferencia del árbol de corcho que es parcialmente resistente al fuego, son fuentes mayores de combustible para los incendios.

La pérdida de los bosques del árbol de corcho es una catástrofe en los ecosistemas de la región y podría tener consecuencias funestas en toda Europa. "Imagínense que el desierto se afincara y avanzara por Portugal y luego al norte de Europa", dice Clara Landeiro del proyecto en Portugal Zona Verde contra la Desertización del WWF.

Esto está ocurriendo en todas las regiones mediterráneas en donde los bosques nativos se están sustituyendo con especies no nativas, que solamente absorben el agua de la tierra, toman todos los nutrientes, y no devuelven nada. No son los árboles correctos para las condiciones ni los climas. Si no actuamos ya, estaremos encarados al riesgo de tener un desierto en nuestras puertas.

La sobrevivencia del lince ibérico y el águila imperial ibérica, ambos a borde de la extinción, también depende de la sobrevivencia de los bosques de árboles de corcho. Eduardo Goncalves, autor de El Tigre del Algarve, un libro acerca del lince ibérico, dice que los dos están crucialmente entrelazados. "La razón por la que los bosques de corcho son tan importantes para el lince es que son vastas expansiones. Si no hay más demanda por el corcho, obviamente será fatal para los bosques y fatal para el lince". Tal como el lince ibérico, los árboles son lugares perfectos para los nidos del águila ibérico y el hábitat del bosque es una región ideal en donde puede cazar.

La cosecha del corcho es uno de los mejores ejemplos de un sistema sostenible de agricultura de bosque, en donde la gente utiliza los recursos naturales que le rodea sin perturbar ni destruir la naturaleza. Sobrevivirá mientras la demanda del corcho siga alta.

Por lo tanto, en esta temporada de vacaciones, mientras usted sorba champaña en la fiesta anual en su oficina, y saboree una copa de vino rojo en su restaurante favorito, recuerde que usted tiene una buena oportunidad para ayudar al ambiente haciendo algo muy sencillo: escoja las botellas de vino con los tapones de corcho natural. Los consumidores de veras tienen el poder de hacer la diferencia.

El trabajo del WWF en la conservación de bosques del roble de corcho.
El WWF trabaja con ONGs locales para el manejo sostenible de los bosques de árboles de corcho en el área del Mediterráneo. Siendo la primera línea en la batalla del WWF contra la desertización, estos bosques son parte de un proyecto para establecer una red de áreas protegidas que sirvan de parachoque contra la invasión del desierto. En las áreas inmediatamente alrededor de las regiones protegidas, se fomentarán actividades que generen ingresos sostenibles, de las que la cosecha del corcho es un ejemplo.
Para más información acerca del trabajo del WWF en los bosques mediterráneos, visite:
http//www.panda.org/about_wwf/where_we_work/europe/where/mediterranean/forests.cfm
Para más información de todo el trabajo del WWF en bosques, visite:
http//www.panda.org/about_wwf/what_we_do_forests/index.cfm

* Tanya Peterson Productora Ejecutiva del Centro de TV de WWF Internacional.