Por Por Eduardo Aguirre Madariaga*
El descontrolado crecimiento urbano del Área Metropolitana del Gran Resistencia ha producido, entre otras muchas consecuencias negativas, el sostenido avance anárquico del uso del suelo y, principalmente la ocupación indiscriminada de las riberas de las lagunas del AMGR, con alta vulnerabilidad hídrica para las personas, patrimonio y actividades.
El descontrolado crecimiento urbano del Área Metropolitana del Gran Resistencia ha producido, entre otras muchas consecuencias negativas, el sostenido avance anárquico del uso del suelo y, principalmente la ocupación indiscriminada de las riberas de las lagunas del AMGR, con alta vulnerabilidad hídrica para las personas, patrimonio y actividades. Mayoritariamente los ocupantes de estos espacios son personas expulsadas del interior de la provincia en búsqueda de mejores oportunidades laborales, con diferentes grados de antigüedad en los asentamientos.
Esta situación de deterioro ambiental creciente está materializada por rellenos incontrolables de los bordes para asentamientos de viviendas precarias, con condiciones de insalubridad permanente y dependientes inexorablemente, de las crecientes del espejo de agua que las transforma, en cada emergencia, en sujetos de atención de todos los Organismos Provinciales para su evacuación, cobijo, alimentación, seguridad y atención sanitaria. Paradójicamente se verifican conexiones de agua y energía eléctrica (con alternancia de legales e ilegales) que le otorgan cierta ""convalidación oficial" a dichos asentamientos y propician la construcciones de viviendas de mampostería, como marcando un punto de arranque a la permanencia. No resulta menos preocupante las gestiones de grupos de vecinos para buscar apoyo legislativo para consolidar tales asentamientos irregulares.
Desde el punto de vista hídrico tanto la limitación de la capacidad de reservorio de la laguna por la ocupación de bordes y rellenos, la obstrucción de sus interconexiones naturales, el incremento de la polución por arrojo de residuos y el continuo volcado de desagües pluvio-cloacales, determina un punto de optimización siempre variable y conduce a la asfixia del recurso como integrante de un sistema de recolección y drenaje de desagües pluviales de los diferentes sectores y cuencas urbanas.
Sin embargo, es indudable que la evaluación objetiva de los verdaderos alcances de las acciones posibles a ejecutar, exceden el marco concreto de la intimación y/o multa por un asentamiento ilegal o una descarga de basura. La situación socioeconómica límite de los ocupantes y su incapacidad real de otras opciones, obliga al necesario replanteo integral de los objetivos, trasladando el marco del problema a superiores niveles de decisión política, donde confluyan todos los municipios y organismos provinciales a concretar acciones complementarias, trascendentes y planificadas coordinadamente en un proceso con continuidad.
Se podrían encarar planes de erradicación de habitantes de áreas inundables, hacia terrenos con las redes de infraestructura mínima, con la salubridad y la legalidad necesarias compatibilizando un asentamiento digno para la población reubicada (integración a la sociedad) con la simultánea recuperación y revalorización del sistema fluvial lacustre.
Parte del proyecto podría apoyarse en distintas líneas financieras con aportes nacionales e internacionales para generar salida laboral como los planes Trabajar (como obreros aprendices en la ejecución de redes de infraestructura) o la realización de viviendas por autoconstrucción (con provisión de materiales por parte del Estado y mano de obra de los titulares, consiguiendo el doble efecto de la obra la capacitación del operario en un oficio). Asimismo parte de los insumos a ocupar en las viviendas pueden ser realizadas por operarios de baja capacitación y escasas herramientas, como germen de futuras cooperativas de trabajo para la ejecución de ladrillos, bloques de hormigón, estructuras de techos, losetas, etc.
Por sus hábitos rurales de origen, podría propiciarse el retorno a la huerta familiar con apoyo oficial de asesoramiento y semillas.
Se pueden identificar cuatro niveles de propósitos:
Socio-económico:rescate de la población ribereña, reubicación en áreas aptas con viviendas dignas y con servicios, reinserción en la sociedad, mejoramiento de sus estandares de vida.
Hidráulico: mantener condiciones lo más cercanas al régimen natural, niveles de cauces y lagunas.
Ecológico: mantener equilibrio próximo al natural de comunidades vegetales y animales propios de la región.
Cultural: uso paisajístico, preservación de la vida natural, uso recreativo.
Para ello deberá concretarse la ordenada erradicación de los ocupantes de bordes de lagunas a fin de producir:
-Una acción de gobierno con fuertes objetivos sociales de resultados inmediatos y mediatos para los vecinos, la ciudad y el Estado.
-Concentración integradora de esfuerzos de diferentes órganos del Estado Provincial y municipios en pos de un único y multidisciplinario objetivo convocante, aportando los conocimientos, equipamientos y líneas crediticias específicas de cada sector.
-Inversiones con proyección de futuro, en reemplazo del drenaje permanente de fondos sin resultados trascendentes para el Estado ni para los propios intrusos.
-Durante las emergencias hídricas, definitiva eliminación de éstos grupos humanos como problemática a resolver.
-Para los organismos proveedores de servicios, representará la oportunidad de eliminar un gran número de conexiones clandestinas con consecuencias no sólo económicas sino de seguridad y calidad de servicio.
-Reactivación económica en el mercado de materiales e insumos para la construcción.
-Recuperación de áreas deprimidas edilicia y urbanísticamente e incorporación de las lagunas al paisaje urbano, revalorizando el patrimonio natural y edificado y el rol hídrico regulador del sistema fluvial lacustre.
-Ampliación de la superficie de áreas urbanas recreativas en una ciudad con déficits de espacios verdes recreativos de uso público.
-La apropiación social de esos nuevos espacios por los vecinos generará una instancia superadora en la mentalidad de los ciudadanos, transformándolos en los directos cuidadores de los mismos.
-Revalorización inmobiliaria del entorno de las lagunas recuperadas.
-El cambio obrará como factor multiplicador de acciones de los vecinos con remodelaciones de sus propias viviendas y renovación de su preocupación comunitaria por su entorno.
-Mejora de los estándares de vida en lo social, salud y educación, eliminándose áreas de conflictos en múltiples aspectos.
-El saneamiento legal de una vivienda propia digna y un inmueble con servicios mínimos, le permitirá superar la discriminante condición marginal de intruso.
-La organización de los vecinos para la reubicación y ejecución de las viviendas propias fortalecerá las futuras obras comunitarias en el nuevo asentamiento.
-La realización por autoconstrucción, capacitará a muchas personas en un oficio como una eventual salida laboral inmediata.
-Organización de equipos de trabajo que provean insumos directos para las obras, generando incipientes cooperativas de trabajo para ejecución de ladrillos, bloques, losetas, carpintería, que con baja inversión inicial, puedan crear futuras fuentes laborales.
La realidad actual no soporta más parches o tratamientos parciales, ni intervenciones políticas con intereses partidarios de corto plazo. Convalidar los asentamientos es una solución simplista y/o interesada que condena al "ghetto" a los ocupantes y cercena urbanísticamente cualquier acción recuperadora.
* Eduardo Aguirre Madariaga
Agrimensor