El Siglo del Yo – Documental
Interesantísimo documental de 4 series para la BBC que desarrolla el ascenso del Yo todopoderoso y consumista en el siglo XX. El director … Leer Más
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Presentamos la historieta “Semillas en Resistencia” realizada a partir de la animación que integró el Documental “Semillas, bien común o propiedad corporativa” realizado … Leer Más
Estafa, soborno, blanqueo de capitales, evasión de impuestos, posición abusiva de mercado, apropiación indebida, manipulación contable, fraude. Y también paraísos fiscales, ingeniería financiera, doble contabilidad, lobbies, diplomacia económica, pago de comisiones, puertas giratorias.
Con gran éxito se realizó el lanzamiento oficial del libro “Cannabis Consciente“, escrito por la Coordinadora de Investigación de la Fundación Daya, Karina Vergara. El libro es una recopilación de parte importante de la evidencia científica a nivel mundial sobre la eficiencia del uso del cannabis medicinal en dolencias y enfermedades tan diversas como el cáncer, la fibromalgia, el colon irritable o el insomnio.
Monsanto, Bayer, Syngenta, Dow, Dupont, Nidera, Bioceres y otras siete corporaciones fabricantes semillas transgénicas y agrotóxicos, junto al Estado nacional y tres provincias, tienen 15 días para demostrar que no produjeron perjuicios por la liberación incontrolada de organismos genéticamente modificados. Esa fue la notificación que recibieron según una inédita demanda colectiva que les sigue desde junio de 2015 por daños ambientales.
Hoy que las sociedades humanas se encuentran cada vez más sometidas al dominio corporativo, es quizás en el área digital donde encontramos la expresión más clara y contundente de esta tendencia preocupante.
Para Miro Cerar, primer ministro, esta medida pretende proteger el agua, “el oro líquido del siglo XXI”, a nivel legal.
Si los reguladores de EEUU y la UE no lo frenan, tres empresas controlarán casi el 60% de las semillas, casi el 70% de los pesticidas y productos químicos para el cultivo alimentos y casi todas las patentes de los transgénicos. "Estas nuevas mega-corporaciones van a expandir su poder y eliminar de la competencia a las pequeñas empresas locales", advierte un analista.
Los ingresos de las diez compañías multinacionales más ricas superaron en 2015 a la suma total de lo que ganaron 180 países. De las 100 entidades económicas más poderosas en el planeta actualmente, 69 son empresas y 31 países. La influencia de las grandes corporaciones en decisiones legislativas y políticas crece tanto como sus ganancias.
La privatización de la vida es una de las consecuencias más salvajes del capitalismo. Si las semillas están patentadas no se pueden guardar de un año para otro para plantarlas. Es un delito. La capacidad de reproducción de la vida se ha privatizado gracias a la presión de las Corporaciones Transnacionales y a la connivencia de los gobiernos. Esta situación no sólo tiene graves consecuencias que se desencadenan sobre la soberanía alimentaria de países enteros, sino por la penalización de aquello que los campesinos y campesinas de todo el mundo llevan haciendo desde el año 7.000 a.C.
La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó la semana pasada la apelación por parte de Nestlé SA, el fabricante suizo de alimentos más grande del mundo, y otras dos empresas, para desestimar una demanda que los acusa de la utilización de niños esclavos en la cosecha de cacao en Costa de Marfil, África.
En todo el mundo, las semillas y los sistemas campesinos de semillas están siendo atacados. Las corporaciones están presionando para imponer nuevas leyes y regulaciones, aun más agresivas que las vigentes, y que criminalizan a los agricultores por sembrar, guardar, intercambiar y cuidar sus semillas. Si las empresas logran su objetivo, los agricultores de todo el mundo enfrentarán la posibilidad de ser encarcelados o multados duramente por hacer lo que han hecho por siglos. Es alarmante que los gobiernos de los países no industrializados muestren tan escasa o ninguna intención de resistirse, y en no pocos casos hayan cooperado activamente con tales agresiones.
Las capacidades de los pueblos indígenas para contribuir a la solución de algunos de los problemas mundiales pueden ser mejoradas aún más si sus derechos humanos colectivos e individuales se respetan, protegen y cumplen por los Estados.
Karine Jacquemart, coordinadora del Proyecto Forestal para África de Greenpeace, y Anuradha Mittal, directora ejecutiva del Oakland Institute, denuncian la intensa competencia por la adquisición de tierras que se ha desencadenado para explotar las riquezas del planeta, con la consecuencia del desplazamiento de campesinos, la destrucción de sus sistemas de vida y la persecución de quienes resisten el avance de las corporaciones. Citan un informe de Global Witness, que ha documentado el aumento de los asesinatos de activistas y de defensores de la tierra y el ambiente, que en 2014 han llegado al escalofriante promedio de dos por semana.
El Acuerdo Transpacífico de Libre Comercio (TTP, por sus siglas en inglés) que negocian en secreto 12 países, entre ellos Perú, México y EE.UU., permitiría a las empresas multinacionales demandar a los gobiernos y solicitar millonarias indemnizaciones a cuenta de los contribuyentes, advierte WikiLeaks.
Hace varios años que las compañías transnacionales de alimentos entendieron que los mercados primordiales para su crecimiento están en el Sur global. Para incrementar sus ganancias necesitan “hurgar en la pirámide”, como lo pone una corporación, es decir desarrollar y vender productos destinados especialmente a los millones de pobres en el mundo. Gente que se mantiene con alimentos locales producidos por ellos mismos y mediante mercados informales que les proveen de un sustento propios.