Cómo los agricultores pueden reducir su impacto ambiental

El cambio climático está alterando la industria agrícola de formas que apenas comenzamos a comprender. Así es como los agricultores pueden reducir su impacto ambiental.

El cambio climático es una amenaza real para los agricultores de todo el mundo. El clima está cambiando para los agricultores de todo el mundo y la agricultura depende en gran medida de las condiciones climáticas buenas y predecibles, incluidas las temperaturas, las precipitaciones, la intensidad del viento y otras variables.

Los agricultores tienen que cambiar fundamentalmente la forma en que se practica la agricultura a medida que el medio ambiente sigue cambiando. Los patrones climáticos notablemente alterados, las temporadas de cultivo más cortas, las condiciones climáticas extremas y muchos otros cambios están causando enormes problemas a los agricultores de todo el mundo. 

La buena noticia es que los agricultores pueden adaptarse a estos cambios y pueden reducir significativamente su propio impacto ambiental en el proceso. Este artículo analizará 6 formas sostenibles en las que los agricultores pueden producir más mientras reducen su impacto sobre el cambio climático.

Formas sostenibles en que los agricultores pueden reducir el impacto en el medio ambiente:

Mejorar la eficiencia energética.

Las granjas, como todas las empresas, pueden requerir grandes cantidades de energía para funcionar con eficacia. Los agricultores pueden gastar una cantidad significativa de dinero en energía para iluminación, calefacción de espacios y / o agua, y otras áreas de procesamiento.

Esto genera grandes costos operativos y un alto impacto ambiental. Los agricultores pueden reducir esto haciendo algunos cambios simples en cómo y dónde se usa su energía.

Por ejemplo, agregar y / o mejorar los sistemas de aislamiento y calefacción tanto en hogares como en edificios agrícolas mediante la inversión en un tanque de petróleo con barrera. Los tanques de aceite con barrera son una opción ideal si busca almacenar grandes cantidades de aceite sin causar ningún daño al medio ambiente.

Desarrollar un plan de manejo

Con la agricultura, es fundamental estar plenamente consciente de su situación actual para mejorar los resultados futuros. Las granjas deben tener un plan de gestión sólido para aumentar su producción, combatir la inseguridad alimentaria, funcionar con eficacia, reducir los costos de operación y reducir su impacto climático.

Una evaluación de línea de base puede ayudar a los administradores agrícolas a lograr una comprensión clara de cómo funciona la granja y, por lo tanto, revelar qué áreas puede operar de manera más eficiente mientras produce más alimentos.

Para que una granja funcione de manera más eficaz, los agricultores deben reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y producir más alimentos con la tierra ya en uso. Esto reduce la necesidad de tierras agrícolas frescas y la tala de bosques. 

Mejorar el consumo de agua

En 2020, la agricultura representa el 70% de todas las extracciones mundiales de agua dulce. El suministro de agua dulce es vital para cualquier operación agrícola.

El cambio climático está provocando que el agua sea cada vez más escasa. Hay una serie de prácticas agrícolas climáticamente inteligentes que los agricultores pueden adoptar para promover la conservación del agua.

Esto incluye plantar una zona de amortiguamiento de árboles y / o arbustos a lo largo de arroyos y ríos para evitar la erosión y la contaminación por la escorrentía de los cultivos. Otra técnica de agua climáticamente inteligente es tratar las aguas residuales causadas por el procesamiento agrícola antes de que se vuelvan a verter en los cursos de agua.

Las prácticas responsables del agua no solo beneficiarán a la granja y sus operaciones, sino que también apoyarán la salud y el bienestar de las comunidades circundantes.

Centrarse en el suelo 

En la agricultura climáticamente inteligente, el suelo se trata casi como si fuera un cultivo.

El suelo fértil es muy beneficioso ya que imparte mejor sabor y un mayor valor nutricional a los alimentos. El suelo sano también contiene una mayor cantidad de humedad, lo que ayuda a mantener las raíces de las plantas hidratadas durante los períodos secos.

Los métodos de conservación del suelo, como la siembra en contorno o la agricultura sin labranza, reducen los niveles de erosión del suelo, ya que estos métodos ayudan a mantener el suelo en su lugar durante las fuertes lluvias o inundaciones, lo que es una preocupación creciente debido al cambio climático.

Las aplicaciones regulares de compost natural también enriquecerán el suelo de una granja y minimizarán la necesidad de fertilizantes comerciales. Todo esto equivale a una mayor resiliencia climática para las granjas y un suelo mejorado durante años en el futuro.

Centrarse en los árboles

Los árboles son de suma importancia para las granjas. Pueden actuar como cortavientos para reducir la erosión del suelo, enriquecer el suelo de la granja, filtrar el agua que da como resultado una mejor calidad del agua, proporcionar sombra para los trabajadores agrícolas y otras plantas amantes de la sombra, crear un hábitat para la vida silvestre, almacenar gases de efecto invernadero y mucho más.

Se ha demostrado que el 80% de la deforestación se debe a la expansión agrícola. La conversión de bosques a tierras de cultivo produce una gran cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero. Por tanto, los agricultores deben apuntar a reducir la necesidad de ampliar sus explotaciones. El enfoque de los agricultores debe cambiar a producir mayores rendimientos, ya que esto anulará la necesidad de talar los bosques y mantendrá los gases de efecto invernadero secuestrados en el bosque.

Incrementar la diversidad agrícola

Cuanto más diverso es un sistema agrícola, mayor es su capacidad para adaptarse al cambio climático.

Los agricultores deben dejar de centrar la finca en un tipo de producción (cultivos, ganado o silvicultura, etc.) y, en cambio, pensar en utilizar sistemas integrados que combinen cultivos, ganado y silvicultura. Los sistemas integrados pueden producir alimentos, energía, fibra y madera en la misma zona, al mismo tiempo o en rotación. Esta forma de agricultura integrada ofrece muchos beneficios.

Por ejemplo, los sistemas integrados pueden mejorar la resiliencia de una granja al refinar el microclima local al reducir su temperatura y aumentar la precipitación y la disponibilidad de agua.

El aumento de la diversidad agrícola también puede reducir el impacto de los fenómenos meteorológicos extremos en los cultivos, el ganado y otros productos. Y reduce la erosión del suelo, mejora la productividad y proporciona beneficios socioeconómicos adicionales al aumentar la cantidad de productos que un agricultor puede producir.

Con todos estos beneficios, los agricultores no deberían tener problemas para participar en una agricultura consciente del clima. 

Por Imogen Clarke. Artículo en inglés.