Por Prof. Joe Cummins
El arroz transgénico que contiene un factor de crecimiento semejante a la insulina, y conocido por ser promotor de cáncer, está siendo desarrollado por investigadores académicos financiados por el gobierno para la producción comercial. El profesor Joe Cummins expone otra grave violación a la bioseguridad.
El arroz transgénico que contiene un factor de crecimiento semejante a la insulina, y conocido por ser promotor de cáncer, está siendo desarrollado por investigadores académicos financiados por el gobierno para la producción comercial. El profesor Joe Cummins expone otra grave violación a la bioseguridad.
Las corporaciones biotecnológicas, el gobierno y las instituciones académicas se han unido para dedicar grandes esfuerzos en la producción de fármacos en cultivos transgénicos en Canadá. Ha habido muchas pruebas de campo y, por lo menos, un cultivo, el arroz genéticamente modificado para producir lactoferrina y lisozima humanas está sembrándose en el campo para su producción comercial.
Aunque el desarrollo de dicho cultivos farmacológicos ha suscitado una grn polémica y debate en EEUU, ha despertado escasa atención en la opinión pública canadiense, pese a que saben que los cultivos farmacológicos son restringidos en Estados Unidos.
Sin embargo, los cultivos farmacológicos extremadamente peligrosos han sido probados en Canadá con poco o ninguna medida de seguridad o monitoreo regulatorio. La Agencia de Inspección Alimentaria Canadiense (CFIA) solo es un subdepartamento del Ministerio de Agricultura de Canadá, que promueve y desarrolla activamente los cultivos transgénicos. Los medios de comunicación canadienses han ignorado las numerosas pruebas de campo o han publicado informes favorables, con una indiferencia total hacia los peligros resultantes de una contaminación en los cultivos alimenticios que son el soporte principal de la economÃa canadiense.
Recientemente, investigadores de la universidad de Ottawa y del Consejo Nacional de Investigación de Canadá divulgaron que habÃan desarrollado plantas transgénicas de arroz y tabaco para producir el factor de crecimiento parecido a la insulina humana hIGF). El transgen es una forma sintética del gen humano, alterado en una secuencia de DNA para aumentar la producción en las plantas. La actividad de la proteÃna, producida en las plantas, fue probada usando un análisis basado en la promoción del crecimiento de las células cancerosas del cerebro.
Los investigadores canadienses proclamaron que la hIGH serÃa útil para tratar una serie de desórdenes: deficiencia en el crecimiento infantil, diabetes resistente a la insulina, osteoporosis y SIDA. Sin embargo, ellos no han podido explicar la capacidad de la hIGF en promover el cáncer y los peligros para los seres humanos y animales expuestos a ella ni a la contaminación potencial de los cultivos alimenticios con hIGF. Los auditores cientÃficos y editores de periódicos igualmente se han descuidado en discutir los riesgos de plantas productoras de hIGF mientras promueven los beneficios médicos.
Existe bastante literatura sobre el papel de la hIGF en la transformación y proliferación de células cancerosas. Por ejemplo, existe evidencia del aumento en el riesgo de cáncer de mama asociado con un aumento en la presencia de hIGF. Este aumento se ha observado en la leche de las vacas tratadas con la hormona recombinante del crecimiento bovino (rBGH) y esta leche rBGH es considerada un factor de riesgo potencial para el cáncer de mama y gastrointestinal.
En el 2001, los restos de 386 cerdos modificados con los transgenes IGF fueron comercializados "accidentalmente" y consumido por habitantes de la Florida. La amenaza para la salud pública de tales exposiciones fue minimizada por las agencias gubernamentales y los medios de comunicación.
En Canadá, la peligrosa interleucina-10 inmuno-supresora fue producido en un cultivo transgénico cerca de un centro poblado con poco control sobre la diseminación del transgen o la proteÃna, los impactos ambientales y en la salud fueron completamente ignorados. Los polÃticos canadienses y los medios de comunicación asumieron una posición pasiva, por no decir francamente sumisa, permitiendo ensayos farmacológicos en los campos sin informar o discutir públicamente sobre el asunto.
El Instituto para la Ciencia en Sociedad (www.i-sis.org.uk) ha circulado numerosos informes sobre los peligros y las amenazas a largo plazo de los cultivos farmacológicos transgénicos, que deben ser consultados para informar sobre todo a aquellos afortunados que pongan al descubierto los ensayos de campo o las instalaciones de producción clandestinas cercanos al lugar donde viven. Es esencial que los ensayos y la producción de los cultivos farmacológicos se hagan con una transparencia completa, y con una información amplia y abierta a todos sobre el contenido genético del cultivo, su localización y las medidas para supervisar la diseminación de los transgenes y del producto. La práctica canadiense de realizar ensayos y producción cerca de centros poblados debe transformarse en ilegal. La supervisión de las instalaciones de prueba o de producción debe ser realizada por organizaciones independientes, y los productores deben proporcionar pruebas rápidas.
Finalmente, en Canadá, la CFIA es responsable de permitir y monitorear las pruebas de campo de cultivos biofarmacéuticos, aunque carezca de expertos conocedores en el área de productos farmacéuticos. La regulación de biofármacos peligrosos por parte de una sub-dependencia del gobierno que responde al Departamento de Agricultura, el cual promueve y desarrolla cultivos transgénicos, vaticina un desastre para la producción de cultivos alimenticios en Canadá.
Las fuentes de este informe están disponibles para los miembros en la página web de ISIS. http://www.i-sis.org.uk
¿Arroz GM Resistente a la SequÃa es tóxico? *
El Prof. Joe Cummins explica por qué un método para modificar genéticamente un arroz que sea resistente a la sequÃa podrÃa ser peligroso para la salud humana y animal
La ingenierÃa genética comercial se ha basado en la inserción de un solo transgen junto a elementos controladores en la planta cultivada. CaracterÃsticas como la tolerancia a herbicidas, la resistencia a insectos y virus se han comercializado sin una mayor comprensión de las consecuencias metabólicas de tales alteraciones.
Para desarrollar caracterÃsticas más complejas y agrÃcolamente más significativas, se ha desarrollado una técnica denominada ingenierÃa metabólica que reprograma los procesos metabólicos endógenos.
Recientemente, se ha descubierto que el arroz transgénico modulado en el camino biosintético de la poliamina es tolerante a las sequÃas. Las Poliaminas son cadenas de carbono que contienen dos o más grupos de aminas (NH 2). Las Poliaminas son compuestos esenciales encontrados en todas las células vivas. Aumentan como bacterias que pudren la carne animal, produciendo un fuerte olor a descomposición. Las Poliaminas reciben nombres como putrescina, cadaverina o espermina y espermidina. Aunque los poliaminas son esenciales para el crecimiento celular, pueden también causar enfermedades en los animales.
En los animales y hongos, la putrescina es el precursor de la espermidina y la espermina; se sintetiza a partir del aminoácido ornitina. Las plantas tienen un camino alternativo que convierte el aminoácido arginina en putrescina, usando la enzima arginina descarboxilasa (ADC), el producto del gen adc. A continuación suceden reacciones adicionales para formar espermidina y espermina usando S-adenosilmetionina y la acción de la enzima S-adenosilmetionina carboxilasa (SAMDC), el producto del gen Samdc.
Las plantas de arroz fueron transformadas con el gen ADC de la Datura (una mala hierba de Jimson, una fuente tradicional y comercial de drogas), conducido por el promotor de la ubiquitina del maÃz y el primer intrón; y la transcripción fue finalizada con el terminador de transcripción de Agrobacterium nos. Las plantas de arroz transgénicas habÃan elevado sus niveles básicos de putrescina, que luego fueron elevadas durante la sequÃa, aumentando la producción de espermidina y de espermina debido a una mayor cantidad de la enzima SAMDC.
El mecanismo exacto por el cual una putrescina elevada aumentó la resistencia a la sequÃa no se sabe completamente pero queda claro que los niveles elevados del putrescina activan la sÃntesis de espermidina y espermina que, a su vez, regulan la producción de putrescina y establecen la resistencia al estrés. El arroz transgénico es diseñado para proporcionar una producción sostenible de arroz bajo condiciones de estrés.
Se ha reportado que el arroz resistente al estrés podrÃa causar un impacto potencial en la alteración metabólica – como el aumento en poliaminas – de los mamÃferos que consumen este arroz. Se conoce que las poliaminas están en un número elevado en las células y los fluidos corporales de los pacientes con cáncer. Los medicamentos que inhiben la sÃntesis de poliaminas pueden prevenir el cáncer y han sido utilizados en el tratamiento del cáncer.
Por otra parte, las poliaminas pueden producir desechos tóxicos. La espermidina y la espermina pueden metabolizarse como peróxido de hidrógeno, amonio y acroleÃna, que son tóxicos para las células. Las poliaminas pueden contribuir a la supresión de reacciones inmunológicas en el pulmón. Las poliaminas están implicadas como toxinas urémicas que conducen a fallas renales. Los pollos alimentados con una dieta elevada en aminas, tales como putrescina, rindieron muy poco y desarrollaron una condición llamada "daño celular necrótico". Los vinos pueden contener grandes cantidades de poliaminas a partir de la fermentación de la uva. Se cree que la espermidina y la espermina pueden ser beneficiosas en el vino, mientras que la putrescina y la cadaverina están relacionadas con sÃntomas tales como náusea, sudoración y dificultad al respirar.
La buena noticia de que el arroz transgénico puede producirse bajo condiciones de sequÃa debe ser sopesada con la mala noticia de que consumir arroz transgénico puede causar enfermedades. La promoción de este cultivo transgénico junto con otros en las revistas cientÃficas omite invariablemente los potenciales efectos nocivos de este producto en los seres humanos y la vida salvaje. Las pruebas de campo abiertas no se deben emprender en ausencia de una evaluación apropiada de riesgos y de toxicidad.
* Enviado por RALLT (Red por una América libre de Transgénicos)
** BoletÃn de Prensa de ISIS del 24/09/04
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