Los ruidos también perjudican a las plantas
A medida que los humanos proliferan, hemos penetrado más profundamente en los hábitats de la vida silvestre, creando un aumento generalizado de los … Leer Más
A medida que los humanos proliferan, hemos penetrado más profundamente en los hábitats de la vida silvestre, creando un aumento generalizado de los … Leer Más
No es ningún secreto que la contaminación acústica puede irritarle, rasparle los oídos y convertirse en una gran molestia en general. Pero además de … Leer Más
Las ciudades han enmudecido y con ellas prácticamente toda actividad humana por la pandemia de COVID-19. Sin tráfico, fábricas, trenes, conciertos ni multitudinarios … Leer Más
El sistema de buses eléctricos no es una tecnología nueva. El sistema de “trolebús” en San Francisco, por ejemplo, existe hace unos 80 años. Pese a que este sistema de transporte ayuda a disminuir la contaminación, es complejo de implementar debido a que los buses deben ser suspendidos con docenas de cables entrecruzados, y si uno de ellos deja de funcionar, el vehículo no puede transitar.
Cuando en 1986, indignado porque una cadena de comida rápida, o de fast food, pensaba abrir un local a los pies de la emblemática escalinata de la Piazza di Spagna, uno de los símbolos de Roma, el italiano Carlo Pretini proclamó la necesidad de defender la slow food o comida lenta, típica de la cultura italiana, puso en marcha un movimiento que rápidamente se extendió a otros ámbitos de la vida. Al proponer desacelerar el ritmo de vida de la cultura contemporánea, inspiró el Slow Movement, al que rápidamente se integraron el Slow Living, el Slow Travel, el Slow Design y, finalmente, las slow cities.