La compañía Nutella pretende aumentar en un 30% la producción nacional de avellanas y busca hacia el 2025 tener plantadas unas 90.000 hectáreas. Los agricultores están preocupados por el avance de este monocultivo sobre tierras agrícolas.
Ante la demanda de fabricantes italianos preocupados por hacer las cadenas de suministro más cortas, impulsar la producción local, monitorear que las plantaciones resulten sostenibles y velar por los derechos laborales, Nutella a decidido prescindir de las avellanas de Turquía y comenzar a cultivar sus propias plantas en Italia.
Es así que la empresa pretende aumentar un 30% los cultivos de avellanas en Italia, hasta alcanzar las 90.000 hectáreas en 2025.
Los agricultores en Italia están preocupados por el destino de sus tierras, por el agotamiento de los suelos y la proliferación de plagas y enfermedades de los avellanos al implantarse grandes extensiones de este monocultivo.
Los ecologistas también cuestionan el plan de Ferrero y argumentan que al tratarse de especies exóticas, con gran necesidad hídrica y que pretenden implantarse cerca del mar, correrían peligro los acuíferos subterráneos y el hábitat de los animales de la zona.
Por su parte, Ferrero refuta las acusaciones de que sus acciones son perjudiciales para el medio ambiente. "El cultivo de avellana no está destruyendo la zona rural italiana", dijo la compañía en un comunicado.
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