RWE anunció "inversión masiva" en energías verdes. Es el mayor emisor de CO2 de Europa

La empresa alemana más importante de Europa en el sector energético, RWE, que a su vez es la mayor contaminante de dióxido de carbono (CO2), pretende convertirse en carbono neutral dentro de 20 años al enfocarse en la producción de energías verdes, como la eólica y la solar, así como en el almacenamiento de electricidad.

RWE anunció una nueva estrategia para convertirse en carbono neutral para 2040. Su idea es el cierre de plantas de carbón en el Reino Unido, Alemania y los Países Bajos y una inversión masiva en energías verdes.

RWE prometió en una conferencia de prensa reducir sus emisiones en un 70 por ciento para 2030 contra los niveles de 2012, y reducir la generación a carbón en 2040.

Según la ONG británica Sandbag, RWE opera tres de las cinco centrales eléctricas más intensivas en CO2 de Europa, un papel que ha convertido a la compañía en uno de los principales objetivos de los activistas climáticos.

También es el mayor emisor de CO2 de Europa, según Carbon Market Data.

La medida implicará el cierre de la última central eléctrica de carbón del Reino Unido de RWE, Aberthaw B, el año próximo, algo que anunció en agosto, y la conversión de dos plantas en los Países Bajos para quemar biomasa, para 2030.

Las seis plantas de carbón restantes de la empresa que operan en Alemania cerrarán en 2038, dijo RWE, en línea con el objetivo del gobierno alemán de eliminar el combustible del sistema eléctrico alemán en la misma fecha.

Para compensar el déficit de generación, RWE dijo que invertirá 1.500 millones de euros al año en tecnologías de energías verdes, que incluyen energía eólica y solar, biogás y almacenamiento de energía.

"Tenemos una idea muy clara de cómo lograr nuestro objetivo: eliminaremos las fuentes de energía fósil de manera consistente y responsable", confirmó el CEO Rolf Martin Schmitz.

“Haremos grandes inversiones en energía eólica y solar, así como en tecnologías de almacenamiento de alta capacidad. El nuevo RWE es y seguirá siendo uno de los principales actores en el negocio de generación de electricidad", agregó el empresario.

En los últimos años, RWE trasladó su negocio de energía renovable a una compañía separada llamada Innogy, que E.ON adquirió el año pasado en un acuerdo complejo que le dio a RWE una participación del 17% en E.ON.

A su vez, RWE adquirió el negocio de energía renovable de E.ON, dándole una amplia cartera de activos de generación verde.

Sin embargo, RWE sigue siendo uno de los mayores emisores de carbono de Europa y depende en gran medida del lignito y el carbón duro en Alemania, por lo que es un objetivo para los manifestantes climáticos.

La compañía ahora pretende convertirse en un "jugador global" en el negocio de las energías renovables y obtener el 60% de sus ingresos de la energía verde, principalmente mediante la expansión de su cartera de energía eólica y solar.

“Los empleados pasados, actuales y futuros que trabajan en áreas convencionales tienen nuestro mayor respeto, pero cada forma de energía tiene su tiempo. Ahora estamos abriendo un nuevo capítulo de nuestra historia corporativa, que se remonta a más de 120 años", cerró el ejecutivo.

Artículo en inglés