Los sorbetes de papel son una opción ecológica en comparación con los sorbetes de plástico, que tardan cientos de años en descomponerse. Los sorbetes de papel se pueden compostar y se descomponen en cuestión de semanas o meses. Sin embargo, hay algunos factores a considerar para concluir si los sorbetes de papel son realmente una opción ecológica.
Una preocupación es la cantidad de agua y energía que se necesita para producir sorbetes de papel. Los sorbetes de papel se hacen a partir de pulpa de madera, que se produce a partir de árboles. La tala de árboles puede tener un impacto negativo en el medio ambiente, ya que puede contribuir a la deforestación.
Otra preocupación es que los sorbetes de papel no siempre son biodegradables. Algunos sorbetes de papel están recubiertos con una capa de plástico para hacerlos más resistentes. Esta capa de plástico puede no ser biodegradable y puede contaminar el medio ambiente.
Un estudio sobre los sorbetes de papel
Un estudio reciente publicado en la revista Food Additives and Contaminants encontró que la gran mayoría de los sorbetes de papel analizados contenían PFAS. Los PFAS, llamados comúnmente “químicos eternos” son un grupo de sustancias químicas sintéticas que se crearon para ayudar a los productos a resistir el aceite, el agua y la grasa, por lo tanto, son muy resistentes a la degradación, lo que significa que pueden permanecer en el medio ambiente durante muchos años.
También son acumulativos, lo que significa que pueden acumularse en los tejidos de los seres vivos a lo largo del tiempo.
Los PFAS se han relacionado con una serie de problemas de salud, incluyendo problemas reproductivos, problemas del sistema inmunitario y cáncer. También pueden tener un impacto negativo en el medio ambiente, contaminando el agua y el suelo.
Cantidad de PFAS encontrada en sorbetes de papel
De todas maneras, la cantidad de PFAS detectada en los sorbetes fue en general baja. Sin embargo, es importante recordar que los PFAS son sustancias químicas acumulativas, lo que significa que pueden acumularse en el cuerpo con el tiempo. Incluso a niveles bajos, los PFAS pueden tener un impacto negativo en la salud.
Los investigadores también plantearon la hipótesis de que el suelo contaminado durante la fabricación de pajitas de origen vegetal, como bambú, podría haber llevado a la detección de PFAS. Esto es posible, ya que los PFAS se pueden encontrar en el suelo como resultado de la contaminación industrial. Sin embargo, también es posible que los PFAS se hayan utilizado en el proceso de fabricación de sorbetes de papel.
Tampoco se sabe si los químicos se están filtrando en los líquidos que absorben los usuarios con los sorbetes. Pero existe la posibilidad de que los PFAS se puedan liberar en los líquidos cuando los sorbetes se mojan. Esta es un área de investigación importante que aún está en desarrollo.
En general, los hallazgos del estudio sugieren que los sorbetes de papel pueden no ser tan ecológicos como se pensaba anteriormente. Es importante que los consumidores sean conscientes de los riesgos potenciales de los PFAS y tomen medidas para reducir su exposición a estas sustancias químicas.
La pregunta de si utilizar o no pajitas de papel en nombre de la sostenibilidad es compleja. Por un lado, los sorbetes de papel son biodegradables y no tardan cientos de años en descomponerse como los sorbetes de plástico. Por otro lado, los PFAS son una amenaza para la salud humana y el medio ambiente.
Los autores del estudio recomiendan que ante la duda, la mejor opción sería utilizar sorbetes de acero inoxidable o mejor aún prescindir de su uso ya que se trata solo de un hábito y pocas veces significa una necesidad real.
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