Solanas sostiene que el fracking prohibido en países como Francia y Bulgaria y muy discutido en los Estados Unidos produce alteraciones en el subsuelo, contamina el ambiente y provoca movimientos sísmicos. "Es una película sobre la cara oculta del fracking ; la otra ya la conocemos: es la política del gobierno argentino. Tenemos una fuente de energía solar térmica impresionante en la Puna de Atacama, compartida con Chile y Bolivia, y un formidable parque industrial de molinos para generar energía eólica, que también es una buena alternativa. La defensa del agua y de la naturaleza debe estar por encima de la rentabilidad", asegura Solanas.