Es posible oír el “sonido” del silencio?

La pregunta filosófica de si podemos percibir el silencio como sonidos ha sido respondida afirmativamente por psicólogos de la Universidad Johns Hopkins en EE UU. Han llevado a cabo diversas pruebas de ilusión auditiva que demuestran que podemos experimentar el silencio como si fuera un sonido.

Y en la luz desnuda vi diez mil personas, tal vez más, gente hablando sin hablar, gente oyendo sin escuchar, gente escribiendo canciones que las voces nunca comparten; y nadie se atreve a perturbar el sonido del silencio”, entonaban hace 60 años Simon & Garfunkel en su famosa canción The Sound of Silence, donde ya decían que el silencio se puede escuchar.

Un grupo de investigadores de la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos ha llevado a cabo un estudio que demuestra la percepción de ciertos fenómenos. Los resultados han sido publicados en la reconocida revista PNAS.

Luego de utilizar ilusiones auditivas, se ha llegado a la conclusión de que el silencio no es totalmente silente. Aunque parezca contradictorio, el silencio puede tener un impacto en nuestra percepción del tiempo. Estas ilusiones auditivas revelan cómo los momentos de silencio pueden distorsionar nuestra percepción temporal.

Podemos percibir algo más que sonidos?

Estos hallazgos abordan la larga disputa sobre si los seres humanos podemos percibir algo más que simples sonidos. Durante siglos, este tema ha desconcertado a filósofos, quienes han debatido al respecto con dos corrientes principales: la visión cognitiva (solo juzgamos o inferimos el silencio) y la visión perceptiva (oímos el silencio), que parece apoyar el nuevo enfoque empírico desarrollado por los autores pertenecientes a los departamentos de Ciencias Psicológicas y del Cerebro y al de Filosofía de la universidad estadounidense. 

Normalmente pensamos que nuestro sentido del oído se refiere a los sonidos, pero el silencio, sea lo que sea, no es un sonido, es la ausencia de él”, afirma Rui Zhe Goh, autor principal, “y sorprendentemente, lo que nuestro trabajo indica es que la nada también es algo que se puede oír”.

Uso de ilusiones auditivas

Las ilusiones auditivas son similares a las ilusiones ópticas en el sentido de que pueden engañar nuestra percepción del tiempo. Estas pueden hacer que escuchemos períodos de tiempo más largos o más cortos de lo que realmente son, creando una experiencia auditiva engañosa.

El equipo de investigación llevó a cabo experimentos interesantes al estudiar las ilusiones auditivas conocidas. Contradictoriamente, estas ilusiones solían asociarse únicamente con sonidos, pero el equipo descubrió que también se podían experimentar utilizando momentos de silencio. Estos descubrimientos abren nuevas perspectivas en el estudio de las ilusiones auditivas y cómo se perciben en diferentes contextos.

Un ejemplo interesante es cuando percibimos que un pitido largo dura más tiempo que dos pitidos cortos consecutivos, incluso si las dos secuencias tienen la misma duración. Es una ilusión auditiva que nos muestra cómo nuestro cerebro puede interpretar diferentes estímulos de manera subjetiva.

Durante un experimento con 1.000 participantes, el equipo colocó silencios estratégicos en medio de paisajes sonoros con ruido de restaurantes o estaciones de tren, por ejemplo. Sorprendentemente, la mayoría de las personas pensaba lo mismo respecto a estos momentos sin sonido: que un momento largo de silencio parecía que duraba más que dividido en dos cortos. Las ilusiones de silencio, al igual que las sonoras, tuvieron los mismos resultados. Esto significa que ambas formas de ilusión lograron generar el mismo efecto o impacto en quienes las experimentaron.

Los científicos han descubierto que las ilusiones basadas en el silencio producen resultados similares a las ilusiones auditivas. Esto sugiere que las personas perciben el silencio de la misma manera que los sonidos.

La idea clave es que en tres ilusiones diferentes que se creía que estaban impulsadas específicamente por la representación de eventos auditivos, encontramos exactamente los mismos tipos de efectos cuando sustituimos los sonidos por silencios”, explica el coautor Chaz Firestone, “es una prueba fehaciente de que nuestros sistemas auditivos tratan los silencios de la misma forma que los sonidos, es decir, como eventos auditivos”.

El profesor, quien también lidera el Laboratorio de Percepción y Mente en la Universidad Johns Hopkins, señala que los filósofos han debatido durante mucho tiempo si el silencio es algo que podemos percibir. Sin embargo, hasta ahora no había ningún estudio científico que explorara esta cuestión: “Nuestro planteamiento consistió en preguntarnos si nuestro cerebro trata los silencios como los sonidos. Si con los primeros se obtienen las mismas ilusiones que con los segundos, entonces eso puede ser una prueba de que, después de todo, oímos literalmente el silencio”.

La paradoja de oír el silencio

Firestone explora en mayor profundidad la aparente contradicción de escuchar el silencio. El concepto de “oír el silencio” puede parecer contradictorio, ya que suele asociarse con la ausencia de sonido. Sin embargo, Firestone examina cómo el silencio puede tener una presencia y un significado propio, ofreciendo una experiencia sensorial única y profunda. A través de su investigación y análisis, Firestone nos invita a reflexionar sobre cómo podemos encontrar calma y significado en medio del ruido constante de nuestras vidas modernas: “Muchos teóricos han pensado que hay algo desconcertante o paradójico en ello. Y quizá por eso muchos han negado que oigamos el silencio en primer lugar. Una de las ideas es que sea literalmente nada, ausencia de algo (sonidos), y puede parecer natural pensar que no podemos oír la nada”.

Sin embargo –continúa–, podemos pensar que ciertos silencios corresponden a periodos de tiempo y que los oímos porque no contienen ningún sonido. Una idea estrechamente relacionada es que considerar ciertos silencios como un tipo especial de acontecimiento en el que no se produce ningún sonido”.

Según el equipo de investigadores, estos hallazgos plantean una nueva manera de estudiar cómo percibimos su ausencia. Los autores tienen la intención de continuar investigando hasta qué punto las personas somos conscientes del silencio, incluso aquellos que no están precedidos por sonido. Además, se tienen planeado investigar las desapariciones visuales y otros casos en los cuales las personas pueden percibir algo como ausente. Esto permitirá entender mejor estos fenómenos y encontrar posibles explicaciones científicas detrás de ellos.

Referencia:

Rui Zhe Goh et al. “The perception of silence”. Proceedings of the National Academy of Sciences, 2023.

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Con información de: https://www.agenciasinc.es/