Un camino hacia la protección de los pueblos indígenas en aislamiento de Bolivia

La realización de un encuentro en la ciudad amazónica de Cobija, los pasados 7-8 de diciembre de 2011 para analizar y evaluar la problemática y establecer un plan de acción en torno a la defensa de los derechos de los pueblos indígenas en aislamiento y en situación de extrema vulnerabilidad de la Amazonía y el Gran Chaco, se revista de una inusual trascendencia histórica, ya que es ahora cuando esos derechos o son conocidos, asumidos y respetados por todos o serán el paradójico epitafio para más de una docena de pueblos que hoy habitan en el territorio nacional y que sustancian –de manera decisiva, nutriente y raigal-, lo que hoy se denomina Estado Plurinacional.

Un triunfo popular en la defensa de las fuentes de agua

Fueron dos años sin descanso difundiendo, socializando y profundizando el consenso social a favor de la ley y de la comprensión sobre el creciente riesgo a que nos sometía la irresponsabilidad gubernamental en connivencia con la voracidad de los monopolios de la minería a cielo abierto. La respuesta popular fue categórica: “los glaciares se defienden”. “El agua vale más que el oro” fue la consigna y la solidaridad popular creció. La Ley de Presupuestos Mínimos para la Protección de Glaciares y el Ambiente Periglaciar, es un triunfo popular. Un triunfo de las causas que no se abandonan. Un logro de la construcción del conocimiento compartido sobre los verdaderos nudos del problema. Una victoria de las luchas contra la corruptela política y la connivencia con el saqueo. Pero por sobre todo, es una herramienta para continuar defendiendo el derecho al agua de nuestros pueblos.

El Mocase, un hito en la defensa de la tierra

En la historia de Santiago del Estero está presente el saqueo de recursos naturales y la explotación de trabajadores rurales. Durante la primera mitad del siglo XX fue La Forestal, compañía inglesa que arrasó con los quebrachales y mantuvo condiciones laborales de semiesclavitud. Sobrevinieron las estancias con trabajo a destajo, el juarismo (régimen de gobierno que se mantuvo casi medio siglo) y el avance de los empresarios sojeros. Las familias campesinas pagaron con represión, pobreza y desalojos violentos. “Dijimos basta y nos organizamos. Ya no tenemos miedo, nadie nos pasa por arriba, nadie nos corre ni nos hace callar, ya no nos desalojan”, habla fuerte doña Mirta Quiroga, cincuenta años, orgullosa de ser parte del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase-Vía Campesina), que reúne a 9 mil familias rurales, la base de la pirámide rural. Hoy se cumplen veinte años de la conformación del Mocase, organización que marcó un antes y después en la lucha por la tierra en la Argentina.

¿La máquina del clima?

En febrero de 1998 el Parlamento Europeo mantuvo audiencias públicas en Bruselas en relación con el programa HAARP cuya construcción fue financiada por la Fuerza Aérea estadounidense, la Armada y la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada (DARPA, por sus siglas en inglés). La moción se propuso en virtud del profundo impacto sobre el medioambiente, como una "inquietud global" y apelaba a que un cuerpo internacional independiente examinara "sus implicaciones legales, ecológicas y éticas"; sin embargo, Washington se negó a ese escrutinio.

Las negociaciones sobre el clima en Barcelona o el síndrome MacGyver

Es como intentar desactivar una bomba con un chicle: sólo funciona en el cine. Así se podrían resumir las negociaciones sobre el clima que tuvieron lugar en Barcelona en noviembre. El encuentro estuvo dominado por representantes oficiales de ministerios, institutos gubernamentales, organismos multilaterales e incluso empresas petroleras. Los actos paralelos fueron feudo del sector privado y de institutos de investigación. Ante tal panorama, una no puede evitar sospechar que, para la mayoría de ellos, el cambio climático sigue siendo un tema de discusión abstracto; pocos de los asistentes temen que la catástrofe climática se pueda abatir sobre sus vidas o quizá creen que, llegado el momento, podrán recurrir a la tarjeta de crédito para escapar del desastre.