Acuífero Guaraní. Agua dulce, patrimonio regional
A lo largo del presente texto proponemos abordar la problemática de la escasez del agua dulce con la finalidad de identificar una agenda … Leer Más
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Las ciudades de todo el mundo están comenzando a utilizar vehículos autónomos y robots de reparto para reducir las emisiones del transporte. Al mismo … Leer Más
“Que la mitad del mundo ateste los contenedores con alimentos pasados de fecha mientras la otra mitad muere por inanición supone una forma … Leer Más
Para acabar con el hambre en el mundo, todo lo que necesitamos es solo un aumento del 3% en la producción agrícola. Sin … Leer Más
Camilo Mora habla sobre cómo el crecimiento de la población sigue amenazando el futuro del planeta. A sus publicaciones en las principales revistas … Leer Más
"Así pues, la desigualdad inter-países y la desigualdad globalizada parecen ser dos puntos para ser atacados (y las razones no terminan en las aquí mencionadas). Pero además, ¿es cierto que es un costo necesario a pagar para poder lograr bienestar generalizado? ¿No es posible crecer menos, cuidar más el ambiente y distribuir mejor?"
La tierra puede ser vista como una superficie generatriz que nos da hospitalidad, con la cual dialogamos al interno de un proceso de reciprocidad e interdependencia, que se funde como proceso natural en la agricultura y tiene como escenario global la biosfera. O puede ser vista como un valor patrimonial, como un factor económico más de la producción de alimentos, induciendo artificialidad a los procesos naturales con practicas basadas en una visión compartimentada, mecanicista y a-biótica de la agricultura.
El cambio climático ha servido de pretexto para retomar el discurso que en el mundo hay mil millones de personas que padecen hambre por lo que es urgente producir más, y para ello es vital adoptar de manera masiva semillas transgénicas. Pero el problema no radica en la producción de alimentos, sino en su distribución, pues desde el año 1986 había suficiente comida para alimentar a 6000 millones de personas y desde hace años la producción de alimentos supera a las necesidades mundiales, por eso en algunas regiones del mundo se bota la comida para mantener estables los precios en el mercado mundial.
La sociedad civil y las organizaciones no gubernamentales se movilizan a través de foros sociales y cumbres mundiales y regionales por la defensa del agua. Reivindican el acceso al agua como un derecho humano fundamental, se oponen a la privatización de los servicios y ecosistemas productores de agua, pugnan por una gestión integral de cuencas y su conservación con la participación social, respetando los derechos de los pueblos y comunidades que ostentan los recursos hídricos. Las demandas más sobresalientes se oponen a las tendencias privatizadoras impulsada por organismos financieros internacionales y corporaciones trasnacionales que pretenden el control mundial de los recursos hídricos.
La facturación de las mil empresas que más venden representa casi el 80 por ciento del producto bruto interno de la Argentina. Esto quiere decir que un millar de personas facturan ocho de cada diez pesos que producen casi cuarenta millones de argentinos. Una fenomenal concentración de riquezas en pocas manos.¿Cuándo se producirá la famosa y cacareada distribución de riquezas?. ¿Cómo ejercen la soberanía política los gobiernos municipales, provinciales y nacional ante estas empresas?